José Antonio Maiztegui: «En cada maqueta hay mucho trabajo»

M. Aneiros / C. L. FERROL/ LA VOZ

FERROL

ESTEVO BARROS

El famoso yate en el que Kennedy estuvo con Marylin Monroe es una de sus creaciones

29 ago 2019 . Actualizado a las 09:07 h.

José Antonio Maiztegui, extrabajador de Bazán, lleva más de una década, cuando una afección cardíaca lo apartó de su trabajo en el astillero, dedicando su tiempo al modelismo naval, habiendo creado ya una docena de piezas. «Tengo la suerte de vivir en una casita y tener una bodega que he ido ocupando con mis cosas», explica sobre una afición que demanda casi tanto espacio como horas de dedicación para conseguir una reproducción a escala con el máximo detalle y rigor posible.

-Detrás de cada maqueta no solo hay un gran trabajo manual, sino también de documentación para conocer a fondo la embarcación que construye.

-Al estar en la Asociación Cultural de Modelismo Naval e Radiocontrol, es más sencillo. Buscamos la documentación que necesitamos a través de libros y también de museos para dar con los planos. Después buscamos, si el barco aún existe, y vamos detrás de él para hacerle fotos a todos los detalles. Una vez que tienes todo eso toca escalarlo, pues no es lo mismo que sea un radiocontrol, que a partir de un metro es un buen tamaño, a que sea estático y lo vayas a tener en casa, porque entonces igual si mide un metro tienes problemas con la familia (bromea).

-Usted es un amante del radiocontrol, ¿no le preocupa que sus piezas se deterioren al navegar?

-Cada uno opina a su manera y en esta afición a cada uno le gusta lo suyo. A mí me gustan las embarcaciones radiocontrol porque lo comparo con una mujer que está embarazada. Mientras el niño está dentro es suyo, cuando nace, el padre y los abuelos también lo tienen que disfrutar. Esto es igual, mientras lo estás haciendo no lo disfrutas más que tú y cuando lo acabas, si lo dejas en una estantería pasa lo mismo. Tu sales a navegar sabiendo que luego vas a tener que repararlo, y eso te hace seguir trabajando en ellos de una forma continua. Siempre tienes algo que mejorar o arreglar.

-¿Cuántas horas de trabajo puede haber detrás de una maqueta naval como las que usted realiza?

-Detrás de un modelo normalito hay unas 800 horas, de uno más complicado en torno a 2.000. Es un año de trabajo, hay que hacer todas y cada una de las piezas y eso son horas de lijar y cortar madera. En el caso de los radiocontrol, además hay que sumar toda la parte electrónica.

-¿Es todo artesanal o emplea algún tipo de tecnología para agilizar el proceso?

- Es prácticamente todo artesanal, aunque tengo una máquina de control numérico que me permite diseñar piezas con el ordenador. Procuramos no comprar nada y hay piezas, como los cañones, que no son nada fáciles. No los hay y están formados por muchas piececitas muy pequeñas. En esos casos una máquina como esta ayuda mucho.

-Aunque cada modelo sea como un hijo, ¿se decanta por alguna de sus creaciones?

- Pues a la vista yo diría que la que más trabajo me dio fue el Carrumeiro, aunque para bonito, un pesquero portugués de 1926 llamado Novo Océano. Eso si, sin duda el que mejor navega es la lancha de Mugardos, la Cabo Leiras, que da gusto verla. Luego también tengo el famoso yate de Kennedy en el que estuvo con Marilyn Monroe y donde le sacaron la famosa foto con un bañador blanco. El año pasado el sol lo destrozó y tuve que rehacerlo casi por completo.

-En cuando a ambiciones, ¿alguna embarcación a la que ya haya echado el ojo como futuro proyecto?

- Normalmente, aunque estés trabajando en una, siempre tienes en mente dos o tres más. En mi caso, cuando entré a trabajar en Bazán el primer día al llegar vi en el puerto corbetas de clase descubierta y ya pensé «¡Que bonitas son!». Ahora por fin me he puesto a trabajar en una de ellas, ya he recopilado la documentación y estoy escalándola.

«Detrás de un modelo normal hay unas 800 horas, de uno más complicado en torno a 2.000»

El pesquero luso Novo Océano y la lancha de Mugardos forman parte de su colección