Belelle: «Los niños no quieren bajarse del poni, pero el artista es Pipo, el dromedario»
FERROL

La granja escuela Belelle funciona desde 1995, en el municipio de Neda
27 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La granja Belelle, de Neda, funciona desde 1995. Fernando Beceiro había montado una escuela de equitación el año anterior. «Vio que tenía terreno de sobra, una casa antigua de piedra y cuadras, le gustaba mucho trabajar con los animales y se le ocurrió», cuenta su hermana, María. «Con los años fue invirtiendo dinero y construyó los aseos, dos zonas de comedor y una pista de ponis», explica. Aquí funcionan tres talleres dedicados al pan, el huerto y los animales. «Los niños, incluso los bebés, no quieren bajarse del poni, pero el artista es el dromedario, Pipo. Hay una llama, un ñandú, avestruces y un cerdo Antón, de Espasante [el primero que indultó la comisión de fiestas, en el año 2013]».
En el espacio Belelle, que gestionan a la vez que el complejo Aldea Nova, en Narón (este con una concesión municipal), abundan las aves y también ofertan un taller del bosque, una masa arbórea en la que se adentran los niños y descubren una cabaña, una madriguera de zorro y el rastro de los animales que se mueven por el monte. Además de los colegios (pagan 12 euros por persona), ha crecido la demanda de grupos familiares (50 euros por nueve y a partir de ahí seis más cada uno).