Alejandro Rañal, propietario de la chocolatería Bonilla de Ferrol: «Las tertulias de café aún son muy importantes en nuestra cultura»

Ramón Loureiro Calvo
ramón loureiro FERROL / LA VOZ

FERROL

JOSE PARDO

Defiende el valor de los locales de hostelería como espacio de diálogo y de encuentro

19 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Alejandro Rañal (Ferrol, 41 años) es el propietario del Bonilla, café -a él le gusta mucho llamarle así, café- que va camino del siglo de vida y que pertenece a su familia desde hace tres generaciones. Creado en los años veinte del pasado siglo, el Bonilla fue un enclave poco menos que legendario dentro del siempre evocador mundo de la poesía. Sin ir más lejos, allí se reunía cada sábado, entre los años 1952 y 1960, el consejo de redacción de la revista Aturuxo, una de las grandes publicaciones literarias españolas de los años cincuenta, impulsada, entre otros, por Miguel Carlos Vidal, Mario Couceiro y Tomás Barros. Y eso hizo que el Bonilla, local siempre muy reputado, todo sea dicho de paso, por la calidad de su chocolate y de sus churros -además de por la de sus cafés, con aroma de ultramar, así como por la de sus patatas fritas-, también se hiciese famoso por los encuentros literarios que en él tenían lugar. Encuentros que hicieron que lo frecuentasen a menudo poetas como Antón Avilés de Taramancos, Luz Pozo Garza, Xosé Alexandre Cribeiro Rodríguez y Miguel González Garcés.

-El suyo es uno de los pocos cafés de Galicia en los que las tertulias siguen vivas.

-Sí, así es. Y estamos muy orgullosos de que así sea. Porque las tertulias de café siguen siendo una parte muy importante de nuestra cultura. A mí me parece fundamental que la gente sepa que en tu local tiene un lugar en el que reunirse, en el que verse y en el que charlar e intercambiar ideas. En las tertulias, literarias o no, se habla bastante de literatura, pero también de otros muchos temas. Se habla de todo, en realidad, y eso es excelente.

-Cuando un café está a punto de cumplir un siglo de vida, ¿a qué no puede renunciar?

-Yo creo que un local, sobre todo, tiene que tener personalidad propia, y saber mantener una atmósfera que resulte acogedora para todos.

-¿Le han preguntado alguna vez cuál es el secreto del chocolate del Bonilla?

-Pues la verdad es que me lo han preguntado bastantes veces, sí.

-Y usted, ¿qué les responde a quienes se lo preguntan?

-Les respondo siempre lo mismo: que, si no les importa, el secreto del chocolate que hacemos aquí preferimos seguir guardándonoslo para nosotros.

-No nos lo va a contar...

-Si no le parece mal, no. Pero lo que sí puedo decirle es que para hacer un buen chocolate lo fundamental es usar la mejor materia prima y no tener prisa.

-¿Y para hacer un buen café?

-Pues para el café podría decirse lo mismo. Que hay que hacerlo con cariño, que es lo que se precisa también para los churros y las patatas fritas. Además, todo hay que hacerlo eligiendo muy bien la materia prima y no teniendo prisa jamás. Hay que dedicarle a cada cosa el tiempo que necesita.

-¿Qué es lo mejor de su profesión?

-La gente. Y ver que tus clientes se sienten bien en tu local.