Repuntan las bodas civiles en Ferrol con doce reservas a partir de mayo

Carla Elías Martínez
Carla Elías FERROL

FERROL

JOSÉ PARDO

Muchos contrayentes esperan desde el 2020, y otros optan por retrasar la fecha

03 may 2021 . Actualizado a las 11:32 h.

La pandemia del coronavirus no frena las ganas que tienen muchos enamorados ferrolanos de demostrar su amor contrayendo matrimonio. El Centro Cultural Torrente Ballester, espacio municipal donde se celebran las bodas civiles, ya tiene previstos doce enlaces para este verano. Las primeras serán este mes de mayo, cuando se reactivará el sector ya con dos enlaces. Y continuarán en junio, con otros dos. Según las previsiones municipales, hay reservadas otras dos en julio, tres en agosto y tres en septiembre.

Desde el área de Protocolo del Concello de Ferrol explican que se reactivan conforme a las normas del covid. «Solo pueden asistir una treintena de personas, con mascarilla, sin fotos de grupo», indican, entre varios detalles que se pueden consultar de forma directa en la página web municipal. El aforo permitido es de diez personas en la Sala de Xuntas y treinta en el auditorio y patio. 

Facilidades para posponer

Todas estas restricciones están provocando que muchos de los futuros contrayentes, que tenían reservadas las fechas ya desde hace un año, se decanten por aplazarlas, indican desde el Concello, aunque hay quien decide seguir optando por celebrarla. Para los contrayentes que prefieren posponer la fecha del enlace, las mismas fuentes indican que desde el Concello y desde el registro civil se ofrecen «todas las facilidades» sin coste extra ninguno, precisan.

«Afortunadamente estamos desbordadas de trabajo»

«Afortunadamente estamos desbordadas de trabajo», explica Lorena Pérez, responsable de la tienda especializada en moda de primera comunión, ropa de niños de arras, servicio de wedding planner y organización de eventos. Si el sector de las bodas se está reactivando, el de la primera comunión no se llegó a paralizar por el agravamiento de la pandemia. «Tengo clientes desde noviembre del año pasado, siguiendo los tiempos habituales, sabiendo que el año anterior sí se celebraron las comuniones. Hubo gente que hizo su reserva igual, aunque no tuviese fecha, con la misma previsión que otros años. Y desde enero ya desbordada, ahora ya con la gente de última que ha esperado a ver qué ocurría con la pandemia», explica Pérez. La situación ha modificado desde la forma de celebrar las comuniones hasta la de trabajar en su tienda. «Desde hace quince días ya hay comuniones. Hay quien nos llama ahora para pedirnos ayuda porque les han dado fecha para quince o veinte días. Y hay gente con celebraciones para agosto o septiembre», explica. También, añade, es habitual que en estas fechas se celebre solo una comida «con los de casa» y se prepare «una reunión más familiar para el verano, a la que pueda asistir la familia que pueda ser de fuera», comenta. En su negocio, indica, ahora dispone del formato de cita previa para facilitar que solo está en la tienda una unidad familiar. «Trabajo un estilo más sencillo, dulce, elegante, con tejidos fluidos, tules, algodones... va de princesita igual, tiene su vestido especial», detalla.

«Se trabaja bajo presión»

A pesar de toda la incertidumbre, Lorena Pérez destaca que el sector siga adelante. «Soy una persona positiva e intento ver la claridad. Así como en el confinamiento tenía miedo, para mi fue un año bueno porque todo el mundo celebró la comunión, lo noté más en el tema boda. Y este año teníamos la incertidumbre de cómo iba a respirar la gente, nos encontramos con el descontrol y las prisas, se trabaja bajo presión, pero se trabaja», valora Lorena Pérez.

Con respecto a las bodas, indica que aprecia movimiento en cuanto a fechas para finales del verano, octubre e incluso en diciembre.

Enlaces sin fotografías de grupo durante la ceremonia y con los testigos separados

Aunque los enlaces están supeditados a las normas que establezca la Xunta por el avance de la pandemia, en estos momentos, se han suspendido partes de la ceremonia o momentos como el brindis con cava, los testigos no podrán estar en ningún momento al lado de los contrayentes, se sentarán en las dos sillas más próximas, que estarán colocadas con una distancia de metro y medio entre ellas, se comprobará la temperatura a los contrayentes, asistentes y testigos -si alguien supera los 37 grados de temperatura se le repetirá a los diez minutos y si, de nuevo, lo supera, no podrá acceder al Torrente Ballester-, y habrá dispensadores en el acceso a los espacios.

Con respecto a las fotografías, solamente se permite tomar imágenes durante la ceremonia y una fotografía final de los contrayentes.