Racinguista, adicta al selfi o astronauta: así son las nuevas Meninas de Canido

El reloj marca ya las once de la mañana, pero el barrio ferrolano de Canido todavía se está desperezando. La jornada inaugural del festival de arte urbano de Las Meninas se alargó más de lo previsto el viernes por la noche y muchos artistas todavía se recuperan a estas horas del atracón de pinceles, espray y emociones del día anterior. «Algunos se quedaron trabajando hasta la noche para recuperar el tiempo que perdieron por la mañana a causa de las lluvias y además hubo música y baile con De Vacas y Alfeizar hasta tarde», los excusa con cariño el pintor Edu Hermida, alma máter de la cita artística ferrolana, a las puertas de su cuartel general de la calle Riego.

Pero, poco a poco, con el avanzar de las agujas del reloj, el barrio va recuperando el pulso y a las doce del mediodía ya es posible toparse con un buen puñado de artistas dando forma a la nueva remesa de Meninas que ha traído consigo este primer fin de semana de septiembre de cielos grises y ambiente casi otoñal. Entre ellos, Andrés Gabarres, uno de los artistas ferrolanos con mayor proyección, que para su estreno en el festival ferrolano ha elegido una desconchada fachada próxima a la calle Poeta Pérez Parallé, transformándola en un lienzo en el que está plasmando dos Meninas astronautas del año 2053. «Elegí esta pared porque me gustó mucho su textura y además me está dando mucho juego para dar forma al escenario lunar que he imaginado para esta obra», explica brocha en mano.

También han preferido paredes maltrechas a muros recién recebados e impolutos artistas como in.esuka o Zorro. «Está genial poder dar nueva vida a espacios olvidados», dice la primera mientras se afana en recrear con sus pinceles las confidencias de dos Meninas, «madre e hija», a la luz de la luna en una casa abandonada cercana a la plaza de O Cruceiro, mientras que Zorro, no lejos de allí, justo enfrente del nuevo Froiz, da forma a un Velázquez metido en una botella de vino. «Para pintar esta nueva obra he tenido que tapar otra que hice en esta misma pared hace algunos años. Me da un poco de pena, pero el arte urbano es así. A veces hay que renunciar a lo viejo para que nazca algo nuevo», comenta mientras un grupo de curiosos se para ante su mural.

Las agujas pasan ya de la una y a estas horas el barrio ya se ha espabilado. Las terrazas de los bares se llenan de gente, y los murales, de un público deseoso de descubrir a las nuevas Meninas que están alumbrando los sesenta artistas que este año han aterrizado en Canido. Las hay para todos los gustos. Desde la forofa del Racing de Ferrol que lleva la firma de Yanina Torres hasta la futurista y adicta a los selfis que pinta Mho Dueñas en la plaza de O Cruceiro. También están las colosales obras que una vez más, elevados por las grúas, pintan artistas incondicionales de Las Meninas como Sfhir, El Rojo o Toni Espinar. Y también otras más pequeñas, pero igualmente deslumbrantes y llenas de emoción, como la que ha plasmado Cris Souto, en alianza con la Asociación Española contra el Cáncer, para rendir homenaje a Vanesa López, fallecida por un linfoma de no Hodgkin hace un año y protagonista del documental Vanesa, una lección de vida. Con ellas, la galería de arte al aire libre de Las Meninas de Canido atesora ya más de 350 obras.

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