
Ornitólogos de toda Europa e incluso de Estados Unidos acuden a observar el paso de aves marinas
10 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Hace unos días, veinte pajareros finlandeses tomaron los alrededores del observatorio ornitológico de Estaca de Bares. En uno de los grupos del país nórdico se encontraba Petro Pynnönen, presidente de la Sociedad Ornitológica de Helsinki, que confesaba su fascinación por el lugar. «Es la tercera vez que vengo, en mi grupo somos siete, volamos a Madrid hace cuatro días y mañana regresamos. Hemos venido expresamente para ver aves aquí», comentaba el lunes, sin quitar ojo del mar. «La experiencia es muy buena, aunque como observador de aves siempre esperas ver más», admitía.
Los vientos del nordeste no ayudaron al inicio de la semana, como apuntaba el coruñés Antonio Sandoval, ornitólogo, escritor y divulgador ambiental, que ya ha hecho de la punta más septentrional de la Península su otra casa. Fue precisamente a través de uno de sus libros, Las aves marinas de Estaca de Bares, como descubrió la zona Pynnönen. «Tengo un amigo en Barcelona que me lo regaló», cuenta.
El incansable trabajo de difusión realizado por Sandoval, a través de las redes sociales y de la página seawatchingestaca.com ayuda a entender la cada vez mayor afluencia de pajareros. «Este verano ha habido gente de Finlandia, Escocia, Francia, Estados Unidos, Alemania, Italia... y de diferentes comunidades españolas. Ha habido días de más de 40 personas», señala el autor de De pajareo: rutas ornitológicas por España.
Destaca la labor de sus compañeros «locales», con quienes comparte horas de observación: Ricardo Hevia, Antonio Martínez Pernas, Pablo Lado, Daniel López Velasco (asturiano habitual de la zona), Antonio Gutiérrez, Pablo Gutiérrez, David Martínez Lago o Alfonso Valderas. «Este verano han venido incluso chavales de menos de 20 años de toda España, muy jóvenes pero unos ornitólogos buenísimos. Aprendemos un montón unos de otros», celebra. La presencia de mujeres crece, aunque a menor ritmo que en el resto de Europa o de Estados Unidos donde, asegura Sandoval, «ya son más que hombres».
Con algunos de los pajareros visitantes navega a bordo del Eureka: «Salimos hasta las doce millas y vemos un montón de aves marinas; para la gente que viene de fuera es algo extraordinario. Una de las últimas veces vimos págalos, charranes, fumareles, gaviotas de Sabine, paíños... especies muy interesantes». También disfrutan mucho del paso desde tierra: «Cuando los vientos son favorables, de noroeste, es un verdadero espectáculo de la naturaleza». Como el propio océano, la irrupción de delfines común o mular, marsopas y hasta ballenas, o el baile diario de los atunes frente a la punta. «Y las luces cambiantes, las nubes cuando entran y cuando se van...».
Eso sí, sin soltar los prismáticos, que este verano les han permitido atisbar ejemplares de especies raras por estas latitudes como el petrel de Bulwer, que cría en la Macaronesia (área de Cabo Verde, Azores o Islas Canarias) —«el año pasado vi diez; este año, un día uno, otro ocho y otro cuatro»—, la pardela chica o aves del género Pterodroma, «muy escasas aquí, lo que hace muy interesante su observación».
Sandoval subraya el peso creciente del turismo ornitológico, «muy amable y desestacionalizado», como recurso económico para este entorno, que es parte de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), un aliciente más para los aficionados a la observación de aves. En 2021 y 2022 desarrolló proyectos para el Centro de Extensión Universitaria e Divulgación Ambiental de Galicia (CEIDA) y este año colabora en una iniciativa del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Para este apasionado de la ornitología, las horas pasan volando mientras hace recuento. Entre las cifras más llamativas de este verano, hasta principios de septiembre, figuran los 4.988 negrones comunes, las 47.319 pardelas cenicientas, los 7.398 charranes patinegros, los 15.861 charranes comunes/árticos o los 1.828 págalos parásitos. «Son solo parte de las decenas de diferentes especies de aves marinas y acuáticas que se han registrado en paso migratorio», remarca.