La iglesia de Caranza convertirá los rayos de sol en luz barata

f. fernández FERROL / LA VOZ

FERROL

César Toimil

La parroquia de Santa María dispondrá de una instalación de 36 paneles para ahorrar 750 euros mensuales en electricidad

07 dic 2023 . Actualizado a las 00:27 h.

El arquitecto ferrolano Antonio Bouza se inspiró en una moderna catedral de Nueva York para diseñar la iglesia de Santa María de Caranza, construida hace solo quince años. Tan moderno es el edificio que, a simple vista, no parece un templo consagrado a la oración. El edificio de hormigón recubierto de una baldosa de un color marrón oscuro no luce cruz ni campanario, aunque, de cerca, unos vinilos en algunas ventanas delatan cuál es su misión, que se confirma cuando se accede a su interior. El diseño vanguardista lo sigue impregnando todo. La madera imprime calidez al templo —el suelo es de olivo—, en el que llama la atención la luz natural que ilumina el altar y la pila bautismal y la escasa iconografía. Entre las imágenes, un cristo de grandes dimensiones elaborado por los carpinteros de Cándido Hermida.

Carlos Miranda Trevín lleva un año y medio como cura párroco de Caranza —que compagina con la parroquia del Pilar— y ha decidido continuar con el espíritu de modernidad con el que nació el templo. Así, con el apoyo del Obispado, ha puesto en marcha un proyecto para aprovechar el tejado de la iglesia y montar sobre él una instalación de autoconsumo fotovoltaico. Carlos Miranda explica que estará compuesta por 36 paneles solares de 505 vatios de potencia cada uno. La estructura captará la energía del sol y la convertirá en electricidad.

Trevín confía en que la producción sea suficiente para cubrir las necesidades de consumo de la propia iglesia. Necesidades importantes, porque, explica el párroco, todo funciona con electricidad, también la calefacción. «Gustaríanos chegar a coste eléctrico cero», desea. Y es que la parroquia se ahorraría los 750 euros mensuales en luz que paga actualmente de media.

La de Caranza será la primera iglesia de la Diócesis en practicar el autoconsumo eléctrico. Y es que el resto de los templos están ubicados en edificios históricos, con un elevado valor patrimonial, que chocaría de frente con la instalación de paneles solares en sus tejados.

Miranda Trevín reconoce que, además de para autoconsumo energético propio, espera que la instalación fotovoltaica les permita vender los excedentes de producción y obtener unos ingresos extra. Y es que, confiesa, la parroquia se tiene que autofinanciar y que sobrevive básicamente gracias a las aportaciones de los feligreses y también con las rentas que le proporciona el alquiler de casi noventa plazas de aparcamiento situadas en el garaje que está bajo el templo.

Miranda Trevín tiene 61 años y es uno de los curas más jóvenes de la Diócesis. Lleva una treintena de ellos dedicado al sacerdocio. Fue párroco de As Somozas y de O Alto do Castiñeiro.