La iglesia de San Julián de Ferrol, libre ya de andamios, recupera su aspecto original

FERROL

Con la torre norte restaurada, la concatedral «volve por fin á normalidade»
25 feb 2024 . Actualizado a las 00:09 h.Lo dice el canónigo catedralicio y párroco de San Julián, Antonio Rodríguez Basanta: «O templo recupera agora, por fin, a normalidade; e pouco a pouco a xente comeza a volver, despois duns meses nos que, por causa de as obras, a asistencia ao culto descendeu moito. Pero agora as obras están rematadas, a concatedral volve brillar con todo o seu esplendor e, ademais, o principal problema que tiña o edificio, que era o deterioro da torre norte, está perfectamente subsanado». Rodríguez Basanta confía en que, a lo largo de la próxima semana, se cierren los últimos flecos del proyecto de rehabilitación. Un proyecto de rehabilitación del que también se ha beneficiado, entre otras partes del templo, la fachada.
La restauración se ha llevado a cabo con cargo a una subvención de 450.000 euros concedida por la Xunta de Galicia a través de la Consellería de Cultura. La Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, por su parte, ha acometido, al mismo tiempo, y con cargo a sus propios fondos, algunas actuaciones complementarias, entre ellas la rehabilitación del reloj de la concatedral. Un reloj creado nada menos que por el legendario Andrés Antelo, que llegó a la iglesia de San Julián tras haber estado instalado, en un principio, en el antiguo Hospital de Marina, en Esteiro.
Reinstalación
A propósito precisamente del reloj, Antonio Rodríguez Basanta señala que la maquinaria ya ha vuelto a la torre; y que, en cuanto se acometan los últimos ajustes —estos días se han recolocado ya los péndulos—, el reloj se pondrá en marcha, y su esfera volverá a señalar el paso de las horas.

Las obras que se han llevado a cabo en la concatedral ferrolana han coincidido además en el tiempo con los trabajos en la calle de la Iglesia; unos trabajos —ahora a punto de finalizar, también— que hacían especialmente difícil acceder a la zona de la concatedral, a la que en algún momento, de hecho, solo se pudo entrar por la puerta de la sacristía. Pero en Semana Santa San Julián resplandecerá de nuevo.