El lenguaje del alma

Nona I. Vilariño MI BITÁCORA

FERROL

15 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Las agresiones y las muertes violentas de menores, muchas de ellas asesinatos, deben ser consideradas como crímenes contra la sociedad en su conjunto, que tiene que asumir la obligación de ir mucho más allá de condenarlas. Ellos son las criaturas más vulnerables e indefensas y, ante esas agresiones, ocultan su dolor, su miedo o su vergüenza en el rincón más inaccesible de su alma. Porque no son capaces de verbalizarlos. Y si las conocemos a veces ya les han apagado su voz, para siempre.

Ante el horror que se agranda me niego al silencio o a los tópicos ya gastados. Y reivindico, con rabia, algo por lo que, acompañando a personas muy cualificadas y comprometidas, llevo luchando muchos años: que las instituciones asuman que son necesarias muchas más acciones de prevención y detección de síntomas —que hay que descubrir en el lenguaje del alma— que alertarían del peligro en el que viven tantos menores, escondidos tras una barrera de silencio o negacionismo. Hace años el Consello Social de la UDC aprobó la iniciativa de crear la Cátedra Concepción Arenal para la investigación de la problemática psicosocial del menor. A la iniciativa se sumó la Xunta de Galicia y el Concello de Ferrol —aquí se proyectó situarla—. Y el entonces gobierno de Rey Varela inició acciones para su implantación. Casi se consiguió, pero apareció el pero de siempre en forma de veto.

Somos muchos los que no perdimos la esperanza de que se cree esta cátedra. Porque cada día es más necesario investigar y ayudar a la formación de profesores y personal que vive de cerca la infancia y la adolescencia de quienes necesitan que aprendamos a leer en su mirada. En ella está la verdad y la luz.