En el entorno de la calle Alegre
30 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Hace semanas que los vecinos del barrio alto de Ferrol se desayunan con una nueva pintada. No tienen nada que ver con Las Meninas; son trazos gordos y feos. Todos llevan la misma firma: una a mayúscula en un círculo. Algunas ideas se repiten, pero la mayoría de los vecinos no las ven como una fuente de inspiración, sino como un borrón que afea las calles.
«Las hacen por las noches y creo que deberían poner cámaras en el entorno del aparcamiento, porque ahí es donde más hay», cuenta la responsable de un negocio que ha resultado damnificado. En una sucursal bancaria de la calle Alegre apareció uno de los lemas, pero a las pocas horas había un operario borrándolo. El problema es que no todos los dueños de las paredes tienen los recursos para ser tan ágiles con esta tarea. De hecho, la pintada sobre la antigua residencia de suboficiales, un edificio catalogado que se conoce como el submarino, es una de las más antiguas y el vecindario asume que tendrán que seguir viéndola durante meses, porque se trata de un inmueble pendiente de cesión entre administraciones.
Otras comunidades de vecinos ya han pensado en incluir el daño en las siguientes derramas, aunque confiesan que están cansados de borrar una y otra vez los garabatos. «Hay gente que incluso está buscando alternativas en las redes, dicen que con laca y mucho estropajo se quita la mayoría, porque no siempre se puede llamar a un pintor y pagarle», cuenta un residente.