Las reivindicaciones de los propietarios de las Fragas do Eume llegan a TikTok: «Non nos poden levar o noso pola cara»

A. F. C. A CAPELA / LA VOZ

FERROL

Protesta celebrada en agosto en el propio parque natural
Protesta celebrada en agosto en el propio parque natural Cedida

Afectados y residentes en el parque natural reclaman, mediante vídeos cortos, compensaciones justas por sus terrenos y defienden el papel de sus antepasados en la conservación del parque

06 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Cerca del 90 % del territorio de las Fragas do Eume es propiedad privada. Los dueños de los terrenos llevan casi año y medio saliendo a la calle para reclamar «compensacións xustas» por las restricciones de uso de sus terrenos que impone la figura del parque natural. La aprobación del Plan Reitor de Usos e Xestión (PRUX) por parte de la Xunta, «sen consensualo cos propietarios», provocó una reacción inmediata. En estos meses se han manifestado de manera regular (entre Cabanas y Pontedeume, y en algún caso también en Santiago o en el propio parque) y ahora han querido trasladar sus reivindicaciones a la red social TikTok. «Prexudícame como a todos os propietarios, que nolo leven pola cara, sen darnos unha explicación...», protesta en un vídeo Marisé, vecina de A Capela.

Esta mujer incide en la riqueza que generó el parque durante generaciones: «Era de onde se sacaba a casca para ir vender a Mugardos, e onde se facía o carbón [...], de aí sacábanse os materiais de construción e a froita. Tiñamos animais e os cereais, e o resto era todo fraga. Os nosos antepasados vivían disto, dicían: ‘O que non ten fraga é pobre', porque non tiña de onde sacar recursos». Critica «o abandono por parte dos gobernantes».

En otro vídeo, Ángeles Pita, presidenta de una de las dos asociaciones de propietarios, denuncia «as pésimas condicións da antiga fábrica hidráulica da Ventureira». Manolo, expresidente del colectivo que dirige Pita, reitera que «a Administración nunca tivo vontade de contar cos propietarios». «A propiedade non é para os visitantes nin para que a Xunta diga que é o mellor parque de Europa, vale que o sexa, pero quen o conservou?», interpela. Tilda de «ridiculez» los precios ofrecidos por el Gobierno gallego y exige «compensaciones para quen non quere vender».

Él y otra vecina denuncian los daños que causa la fauna salvaje. Y Aloia, una joven estadounidense, nieta de una propietaria, defiende la tierra de sus abuelos; mientras Fernando, gaiteiro, lamenta que los vigilantes le impiden tocar en el parque natural.