La iglesia «estanque» de Narón con las misas pasadas por agua: «Hai goteiras nos enterros»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida NARÓN / LA VOZ

FERROL

Luis Ledo y Eduardo Teixeiro, con cubos por las goteras en el interior de la iglesia.
Luis Ledo y Eduardo Teixeiro, con cubos por las goteras en el interior de la iglesia. José Pardo

Cada vez que llueve, este templo de Sedes sufre graves inundaciones; el párroco relata que «ata algún feligrés axudou a baldear caldeiros de auga»

04 oct 2024 . Actualizado a las 10:35 h.

Con orgullo se alzó la iglesia de San Esteban de Sedes en pleno siglo XVIII, justo cuando la ría de Ferrol se convertía en el astillero gigante de Europa. Pero ahora vive temerosa del cielo, con graves inundaciones cada vez que llueve: «Como cascadas», asegura el párroco Luis Ledo. «Ata padecemos goteiras nos enterros, hai oficios relixiosos nos que algún feligrés axuda a baldear caldeiros de auga», continúa desde Narón. Da fe Eduardo Teixeiro, uno de los vecinos que este jueves acompaña al sacerdote: «Mira todos os muros negros e verdes pola humidade, é un desastre!».

Sobre el abovedado de este templo hay madera y por encima tejas planas, «e a madeira está totalmente podre porque é de eucalipto, e esta árbore para a auga non vale». El tejado con su último arreglo tiene más de setenta años, «e non houbo máis amaños salvo reparar algunha goteira». Por este motivo, tanto el párroco como una comisión vecinal creada a propósito reclaman que la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol (el Obispado) se haga cargo de las obras necesarias. El propio Luis Ledo asegura que «houbo goteiras nas misas dos enterros». Y Eduardo añade que «é como un diluvio, cando chove con moito vento hai sempre inundacións».

Verdín en el abovedado por la humedad.
Verdín en el abovedado por la humedad. José Pardo

En estas misas pasadas por agua, la inundación va empapando el abovedado, resbala por las paredes, «medra o verdín polos muros, hai goteiras por todas partes». Los cubos se suceden por los bancos de madera, estratégicamente colocados donde el agua cae sin parar, mientras en el pasillo aún hay humedad de la lluvia de la noche pasada.

Cuando los feligreses acuden los domingos en época de mal tiempo «non teñen onde sentarse, ata no pasado inverno tivemos que ir á capela de Santa Lucía». San Esteban es el patrono de los caballos, mozos de cuadra, cocheros, carpinteros y toneleros. Y protege contra los dolores de cabeza, como los que pueden sufrir todos los que se preocupan por el bienestar de esta iglesia: una de las más concurridas de Narón, donde en la pasada primavera y en las anteriores se celebraron numerosas Primeras Comuniones.

Algunos de los charcos de la iglesia de Sedes.
Algunos de los charcos de la iglesia de Sedes. José Pardo

«Cando chove prácticamente todo o chan convértese nunha lámina de auga, como un estanque con dous dedos de auga, ata os pais dos rapaces que ían a Catecismo teñen axudado... o máis curioso é que onde está o cura, na zona do altar, non chove», asegura Luis Ledo, que está a punto de cumplir 77 años pero aún ejerce en esta parroquia de Sedes.

«Un grupo de homes montamos a comisión para falar co Bispado para que se levante a cuberta, poñan madeira nova e por enriba unha tella redonda galega (que non sexa plana), haberá que solicitar o permiso a Patrimonio que iso tamén leva tempo... polo que hai que empezar a mover todo», añade.

Los cubos se alinean bajo las goteras.
Los cubos se alinean bajo las goteras. José Pardo

«Pingas que dan grima»

Entre los numerosos inconvenientes generados por las imparables gotas, «podes verte aquí dentro con pingas que dan grima, coa xente cambiando de asento nunha molestia total». Ahora los niños que preparan el catecismo para la Primera Comunión este año ya van a Baltar por una reorganización, «aínda que seguen chamando moitos pais pensando que poden facela aquí».

La ilusión de Luis Ledo también pasa por «deixar isto encauzado para cando marche definitivamente para casa, e tamén ver se a Xunta pode colaborar con algún convenio». Incluso la comisión está dispuesta a pedir dinero a todos los que quieran apoyar esta reconstrucción.

Necesidad de un pararrayos

El párroco también recuerda la necesidad de instalar un pararrayos. «Esta zona, pode ser que pola composición orográfica do terreo, esta zona, o Val, San Mateo e Sedes reciben moitos raios... había un pararraios pero debeu ser tirado nunha tormenta e habería que poñer outro», indica Ledo. Por ejemplo, en la iglesia de Santa Rita se colocaron dos hace dos décadas «e xa recibiu algún».