La mujer creyó en un primer momento que estaba ayudando a un amigo en apuros. Y eso a pesar de que se trata de un tipo de estafa bastante común en la actualidad, aunque hace dos años era más rara. El acusado logró que le realizasen tres ingresos en su cuenta: de 1.875 euros cada uno. Aunque en un principio alegaba que necesitaba 3.750. No obstante, tras las primeras entregas intentó que le enviase 4.000 más, pero la mujer ahí se detuvo. El fiscal pide que el acusado devuelva el importe de los tres envíos, que ascienden a 5.625 euros, con los intereses.