El efecto BNI Albatros, 53 millones de euros de negocio en menos de diez años: «Los madrugones de los jueves compensan»
FERROL

Empresarios y autónomos de la comarca de diversos sectores comparten contactos y referencias que les proporcionan nuevos clientes, bajo la filosofía de reciprocidad «Givers Gain»: los que dan, recibirán
21 mar 2025 . Actualizado a las 22:23 h.Todos los miembros de BNI Albatros Ferrolterra consultados coinciden: «Los madrugones de los jueves compensan, acabas acostumbrándote». En los nueve años y medio de trayectoria del grupo, la directora consultora, Elena Fernández Couce, cifra en 53 millones de euros el negocio generado. La misión de «la organización de referencias de negocios más grande y de más éxito de España y del mundo», como se define, es «ayudar a los miembros a conseguir el crecimiento de su empresa mediante un programa estructurado, positivo y profesional de márketing por referencia, que les permite desarrollar relaciones profundas y duraderas con profesionales de calidad». La filosofía es Givers Gain, «los que dan, recibirán». Los 70 integrantes de BNI Albatros Ferrolterra comparten ideas, contactos, redes y referencias de negocios, lo que se traduce en más ingresos; relaciones personales y ratos de diversión. Cada jueves, a las 7.00 horas, se juntan para trabajar y desayunar.

Laura F. Blanco, Equipo Laura
De las tres patas de Equipo Laura, la empresa creada en 2018 en Narón por la ferrolana Laura Adela Fernández Blanco, es la Escuela de Familias la que la llevó a incorporarse a BNI. «Entré por distintos motivos, más que el económico. Es una herramienta que funciona (es incuestionable, si no, nadie se levantaría todos los jueves a las cinco de la mañana), y a mí me interesa todo lo relacionado con el aprendizaje, con dar a conocer otras líneas de negocio de mi empresa (muy conocida por la preparación de oposiciones)... y para mí ha sido una oportunidad de crecimiento personal y profesional brutal, porque te genera una red de contactos, apoyos, actividades e incluso formación impresionante», expone. E insiste en que no concibe «emprender, crecer o trabajar si no es en equipo, y formar parte de un grupo de empresarios te ayuda y te aporta mucho». «El networking te da el contacto, te evita la puerta fría. La fórmula de BNI es: primero, visibilidad (darte a conocer), para generar confianza y ganar credibilidad (que tus compañeros vean que tienes algo que aportar). La suma de eso es lo que te va a dar la rentabilidad. Es el Givers Gain (dar para recibir, el principio de reciprocidad empresarial)», concluye.

Juan José Amarelo, Kids&Us
El vilalbés Juan José Amarelo, director de la academia de inglés para bebés, niños y adolescentes Kids and Us de Ferrol, entró hace seis años y medio en BNI. «Quien más partido le saca son las empresas que pueden expandirse y vender por otros lados, mi público es local. Si vas a los números, a lo mejor no, pero me compensa. Cuanto más avanzas y más antigüedad tienes, más rentabilidad le sacas. Me aporta una red de contactos muy fuerte, he mejorado muchísimo a nivel de proveedores (que alguien te solucione un problema rápido y con calidad también vale dinero)», explica. En Kids&Us, franquicia de una marca con 400 centros en toda España, llevan nueve años formando a niños, que entran con entre uno y siete años, y pueden continuar hasta los 18. ¿El secreto de los resultados del método? «Se basa en el proceso natural de aprendizaje de la lengua materna».

Loreto García, Súper Pepucha
A Loreto García, que colabora con su marido, Carlos Fachal, y sus hijos en Súper Pepucha, «supermercado y carnicería de toda la vida (desde 1966)», en Cabanas, la invitaron a una reunión del grupo en 2019 y decidió subirse al barco. «Juntos buscamos la mejor manera de ayudarnos, hacer crecer nuestros negocios y aumentar la facturación, con resultados realmente notables», subraya. «No es solamente ganar más —remarca—, que es importante y es a lo que venimos, sino los contactos que estableces, las relaciones de amistad y confianza, el saber que si tienes un problema va a haber siempre alguien dispuesto a ayudarte...». Sin olvidar «las cervezas o las quedadas para comer o cenar en fechas señaladas». Recomienda «a quien tenga un negocio, sea cual sea su actividad», que acuda al menos a una reunión, como invitado, para que «entienda cómo funciona el márketing de referencias y lo que se trabaja».

Marta G. Nieto, Dando la Nota
Por las aulas de Dando la Nota, la escuela de música que montó en Ferrol, en 2018, la madrileña Marta G. Nieto, pasan bebés, desde los seis meses (estimulación temprana), hasta algún alumno de 87 años que quiere aprender a tocar la guitarra eléctrica. «Es un hogar educativo, me gusta que los niños vengan y se sientan en casa, aprendiendo a través de juegos», apunta. Es la benjamina de BNI Albatros Ferrolterra: «Llevo dos meses, había estado invitada hace dos años y me llamó la atención, pero no era el momento. Si quieres que funcione tienes que dedicarle tiempo semanalmente. Ahora, con proyectos nuevos en mente y ganas de hacer crecer la escuela, me animé y estoy muy contenta. No es fácil encontrar a gente con las mismas inquietudes de crecer, con ese espíritu emprendedor y de querer cambiar las cosas [...], descubres formas nuevas de trabajar, son como una gran familia y me he sentido bien acogida desde el primer día».

Francisco J. Silva, Indire
«En BNI hay buena gente, muy proactiva, como tú, salen ideas nuevas, conoces a gente y ya no solo por negocio (hay personas detrás de los profesionales). Necesitas algo y un compañero te dice de alguien que te puede ayudar, es una red de contactos que te seduce y te aporta. Dices BNI y ya tienes camino andado cuando te encuentras con ‘otro BNI'», destaca Francisco Javier Silva Vázquez, ingeniero que lleva toda la vida en el sector de la construcción y hace 13 años creó la firma Indire Reformas. En el grupo no busca carga de trabajo —«estoy desbordado»—, pero encuentra soluciones, «una gestión rápida... y la tienes en el momento».

Esperanza Vázquez, Arrumar
Graduada en Información y Documentación de Archivos, Esperanza Vázquez, ferrolana de 29 años, prefirió emprender a opositar para sentirse «más activa», y puso en marcha Arrumar. «Ordeno espacios a nivel particular y empresarial (por mi formación en archivos), desde el desván de casa al cambio de armario, la cocina o una mudanza. Organizo cualquier necesidad que surja por falta de tiempo y trabajo en la decoración de eventos», describe. Gracias a las sinergias establecidas con otros miembros de BNI (lleva dos años) ha podido optar a proyectos «mucho más grandes». «Es una herramienta súper útil. De otro modo, conocer gente sería muy difícil. La mía es una profesión nueva, poco conocida aquí en el mundo de las empresas, que con el orden ganan productividad y rentabilidad, un ambiente de trabajo más óptimo», defiende.
Carlos López, Loterías Ancos
Naronés de 54 años y titular de la Administración de Loterías número 1 de Neda, Ancos, reconoce que al principio era reacio a sumarse a BNI. «Llevo seis años y empecé porque quería potenciar la web (ancosloterias.com), y no hay nada mejor que el boca a boca. Estoy en el extrarradio y como no te muevas...», advierte. «Allí vamos a hacer negocio, yo te busco clientes, tú me das clientes, y también nos reímos, nos llevamos bien, hay buen rollo», comenta, aunque no es de los que se disfrazaron por carnaval. Valora, sobre todo, el aprendizaje —«cosas que yo no veía y que me muestran»—, el hecho de «estar en el planeta Tierra» y las relaciones personales que propicia el grupo: «Tengo un cliente amigo al que antes no hubiera conocido».

Iria Rodríguez, Rusán Mobiliario
Dejó la banca para poner en marcha su propio negocio, y en febrero de 2023 inauguró Rusán Mobiliario, una tienda de mobiliario, descanso y decoración, en Ferrol. Iria Rodríguez (Mugardos, 1980) se integró en BNI pocos meses después. «Me enteré de que existía cuando estaba localizando una empresa de pintura que me pudiera dar apoyo en mis proyectos, y esa empresa estaba en BNI», cuenta. «Lo que ganas es visibilidad. De repente ya son 70 personas que te conocen y te dan apoyo. A nivel profesional es una red de contactos y referencias a través de los cuales te surge trabajo, y uno te va llevando a otro. Es una forma de introducirse en el mercado», resalta. Y no menos relevante, añade, «tienes que atender las peticiones de la gente, estar disponible, con ganas de ayudar a los demás».
Cristina Rodríguez, Clínica Casal
En BNI no solo hay jefes, también pueden acudir empleados. Es el caso de Cristina Rodríguez, higienista en la Clínica Dental Jorge García Casal, en Ferrol. «No soy la única que está representando a una empresa. Al principio estaba Jorge, pero hace tres años voy yo. El networking te da referencias, contactos y te permite hacer sinergias con otros compañeros», indica. Incide en que «no entras para hacer negocio dentro, sino que te ayudan a generar clientes fuera». «Si conozco a alguien que necesita a alguien, le presunto a alguien que va a trabajar muy bien, porque son empresas buenas, un grupo bastante serio. Es profesional y social, y merece la pena, indiscutiblemente», dice.

Xoel Rodríguez, Xi Fotografía
Miembro del grupo desde 2018, Xoel Rodríguez, fenés de 47 años, ya sabía de BNI cuando montó su estudio, Xi Fotografía, en Fene, «pero era mucho gasto». Asegura que «merece la pena porque es una forma rápida de llegar a una empresa que quieres conocer, de la mano de un compañero». «Es como si tuvieras 70 comerciales en la calle —resume—, aunque no es exactamente así». Aprecia, en especial, «lo que aprendes (para tu negocio) de la experiencia de otros», además de las nuevas vías que le ha permitido explorar dentro de su profesión, como la fotogrametría. «Das y recibes».

Elena Fernández Couce, directora consultora del grupo: «No queremos 'cazadores', sino gente que quiera dar»
BNI es una herramienta para pymes y autónomos, empresas que vamos a hacer negocio. El primer año pagas una matrícula de 300 euros y después, una membresía, que ahora son 1.300 euros al año (a BNI Galicia)», explica Elena Fernández Couce (Ferrol, 1974), al frente de La Vivienda, una gestoría administrativa (laboral, fiscal y contable), de administración de fincas e inmobiliaria. «En BNI represento a la gestoría», aclara. Ella fue la fundadora del grupo Albatros Ferrolterra, a raíz de asistir al lanzamiento de otro en A Coruña. «Hice más de 200 llamadas para la primera reunión informativa, porque tienen que ir al menos 40 personas, y conseguí 42, y cinco ya se quedaron. Así hasta que llegué a 25 y lo lanzamos, hace nueve años y medio», detalla. Ahora son unos 70 y llegaron a 103: «Fuimos el grupo más grande de España durante tres o cuatro años, y llegamos a ser el mejor en todo. En estos nueve años y medio llevamos generados 53 millones de euros. Algún miembro lleva dado [negocio a otros integrantes], en unos siete años, por valor de nueve millones. Se sabe y se suma lo que da cada uno, no lo que recibe, y se premia al que da, no al que recibe. Se necesita implicación y trabajo [...], y cada uno debe fijar cuál es su objetivo».
—¿Cómo se entra?
—Suelen venir como invitados para conocernos (solo puedes ir dos veces) y para entrar te hacemos una entrevista. Dejamos claro que no queremos cazadores, sino gente que quiera dar. Lo importante es tu red de contactos y compartirla con los demás.
—¿Qué obligaciones adquieres?
—Primera, la asistencia a la reunión semanal (todos los jueves del año a las 6.50 horas, ahora en el Círculo Mercantil de Fene, aunque hemos pasado por todos los hoteles de Narón y Ferrol, en pocos hay un salón tan grande), solo se permite faltar tres veces en seis meses, por causas de fuerza mayor (puedes mandar a un sustituto). Segunda, dar referencias (de negocios, servicios, asociaciones...) a tus compañeros. Es esencial saber que el autoconsumo (entre los miembros del grupo) no es obligatorio y no es el objetivo, porque se agotaría, buscamos esa red de contactos de los compañeros. Vamos a darle negocio a los compañeros. Tercera, traer invitados, es lo más difícil y es enriquecedor para todos,
—Dan premios, se disfrazan...
—Cuando los grupos ya llevan tiempo y tienen confianza se hacen relaciones personales (hay gente que se ha casado), y alguien propone, por ejemplo, disfrazarse de Harry Potter en el monasterio de Santa Catalina... Los premios son para motivar al grupo. Ahora, con el bote (lo que queda de los 15 euros al mes que pone cada uno para pagar el sitio de celebra la reunión) se da un viaje.