Sin actividad en la estación de Renfe, a pleno gas la de autobuses: «Tendría que haber vuelto a Barcelona por trabajo, no garantizan que vaya a haber tren y volar son 400 euros»

FERROL

Las peregrinas australianas Chel y Christine llegaron ayer a Ferrol en autobús tras pillarles el apagón en A Coruña: «Nos quedamos en un hotel y no conseguimos nada para cenar»
30 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Sara Rodríguez y Mercedes Ledo, hija y madre, vecinas de Ferrol, aguardaban ayer la cola de afectados por la suspensión de los trenes en Galicia en la estación de Renfe de la ciudad. «Yo tendría que estar volviendo hoy —por el martes— a Barcelona», explica Sara. Trabaja en Sabadell como consultora informática y se había desplazado hasta Ferrol varios días de vacaciones para visitar a su familia. Así que el apagón le pilló en su penúltimo día libre. «Mi billete es con conexión por Madrid, y aquí no circulan, pero de Madrid a Barcelona sí. Ahora tengo que hacer una gestión tremenda porque tengo que cancelar el billete de Ferrol a Madrid, pero el segundo tramo no me lo devuelven porque hay normalidad», explicaba ayer, resignada. Al menos, desde el trabajo tenía buenas noticias. «Son conscientes de que en Galicia persisten los problemas y, como puedo teletrabajar, me dan facilidades», agradece. Tras buscar asesoramiento en Renfe, trataba también con ahínco de lograr un medio de transporte alternativo para llegar hasta Cataluña. «Me dan la opción del reembolso del primer tramo y un billete para mañana —por hoy miércoles—, sin ninguna garantía aún de que vaya a salir», explicaba el martes al mediodía. Además, tampoco veía factible conseguir un billete de avión. «Estuve mirando, pero hoy —por el martes— no hay vuelos; y mañana —por hoy—, desde A Coruña tampoco, y desde Santiago sale a 400 euros», indica. Un coste inasumible, reconoce. Al menos, eso sí, pasaron juntas el apagón. «Peor sería haber estado con la angustia de no poder comunicarme con ella», reconoce Mercedes.

Ayer por la mañana en la estación de trenes de Ferrol no había ninguna actividad, mientras que esta era incesante en la de autobuses. Desde A Coruña se desplazaron ayer dos amigas australianas, Christine y Chel, quienes iban a empezar el Camino de Santiago cuando el apagón les pilló llegando a A Coruña. Al final, optaron por quedarse en un hotel de la ciudad herculina. «Cuando nos enteramos de lo que estaba ocurriendo, ya no pudimos comprar nada para cenar», lamentan. Tuvieron que echar mano del chocolate que les quedaba del viaje.
Ayer ya pudieron trasladarse a Ferrol con la intención de empezar hoy el camino. Afortunadamente, pudieron contactar con el marido de Chel para tranquilizar a sus familias, que seguían la situación por la prensa internacional.