Preocupación en Ortigueira por la presencia de okupas en una casa de Céltigos

La Voz ORTIGUEIRA

FERROL

Vista aérea de Ortigueira, en una imagen de archivo.
Vista aérea de Ortigueira, en una imagen de archivo. CARLOS FERNANDEZ SOUSA

Una familia con varios menores y una joven embarazada se instaló en un inmueble de la localidad. Los propietarios ya han denunciado y esperan la resolución

22 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La okupación tuvo lugar la noche del 27 de abril y al día siguiente por la mañana, antes de que se produjera el gran apagón, los propietarios ya lo habían denunciado en el cuartel de la Guardia Civil de Ortigueira. Una familia con varios menores y una joven embarazada se instaló en el inmueble. Residían en Viveiro, dejaron su casa debido a algún problema con otras familias también de etnia gitana y acabaron en el lugar de Entornacarros, en la parroquia de Céltigos.

La última reforma legislativa, en vigor desde el pasado 3 de abril, ha permitido agilizar el proceso y este lunes, 19 de mayo, se celebró un juicio rápido en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Único de Ortigueira. Ahora esperan la resolución. Durante estas más de tres semanas ha cundido la preocupación en la zona. «Estamos á espera de coñecer a sentenza [...]. Esta é a primeira vez que pasou algo así por aquí e colleunos a todos desprevidos. Non é un sitio illado, senón que hai moitas casas arredor, varias habitadas, e a xente ten medo», comentan desde la asociación de vecinos de Céltigos.

En el inmueble ahora okupado no pernoctaba nadie a diario, pero sí acudían todas las semanas. Se trata de una casa reformada, en muy buen estado y equipada para vivir. El alcalde, el popular Valentín Calvín, comparte «la impotencia» de los denunciantes e insiste en que el Concello no tiene competencias para actuar, como le reclamaban varios vecinos. «Es un tema judicial. Me cuesta entender que en un Estado de derecho unas personas entren en una vivienda que no es suya y hagan lo que quieran porque el propietario ni siquiera puede cortar la luz o el agua. Hay que modificar la ley, esto no puede salir gratis, con esa sensación de impunidad», defiende.

Menores sin escolarizar

Calvín comparte «la indignación» vecinal. En un primer momento, en la casa había seis personas, dos mujeres y cuatro menores, pero el número ha ido variando hasta juntarse cerca de veinte algún día. El regidor se pregunta «qué pasa con los niños, sin escolarizar; la Administración tendrá que decir algo». En la zona existe el temor a que puedan okupar otra vivienda «cando os desaloxen desta».