El asesino confeso de Elisa Abruñedo se niega a declarar en la primera sesión del juicio

FERROL

Roger Serafín Rodríguez solo pronunció una palabra, «no», y cerró los ojos mientras se describía la agonía de esa vecina de Cabanas cuando se produjo el crimen en septiembre del 2013. «Traeremos testigos de que durante años se jactó de que nunca lo cogerían», dice la defensa de la acusación
17 jun 2025 . Actualizado a las 09:58 h.Roger Serafín Rodríguez llegó al juicio en la Audiencia de A Coruña por el crimen de Elisa Abruñedo, la vecina de Cabanas que él mismo confesó que había asesinado el 1 de septiembre del 2013, vestido con la misma sudadera granate que llevaba el día que lo arrestaron, el 17 de octubre del 2023. Pronunció una sola palabra: «No». Lo hizo dos veces, para dejar claro que no iba a usar ninguna de las posibilidades del proceso judicial para testificar.
Su abogado, Juan Pablo Barros, explicó que mantiene el relato que hizo a la Guardia Civil cuando lo detuvieron en su trabajo, tras callar durante una década mientras todo el mundo se preguntaba quién pudo hacer semejante salvajada a una mujer de 46 años que solo salió a pasear por su parroquia de Lavandeira. «Nada podrá reparar el daño, está claro, pero tiene derecho a una defensa», precisó un letrado que es del turno de oficio y que puntualizó, no obstante, algunas de las agravantes que lanzaron los abogados de la acusación particular. Como que fue un crimen premeditado, que esperó y buscó a Elisa Abruñedo cuando estaba de paseo al lado de su casa para atacarla y que después se deshizo de todos los objetos que podían incriminarlo. «Nada más lejos de la realidad -adujo Barros-, el coche tardó dos años en venderlo y era un vehículo antiguo, mientras que el cuchillo lo siguió usando hasta que lo perdió», detalló sobre el arma del crimen que nunca se pudo localizar.
La estrategia de la defensa se basa en el argumento de que Roger sucumbió a ese impulso asesino, pero nunca lo sintió como suyo. «Al día siguiente pensaba que él no había sido el autor, lo disoció de su realidad», detalló su defensa mientras él asentía de forma leve y solo cruzaba la mirada con algunas de las afirmaciones de los dos abogados que ejercen la acusación particular por mandato de los dos hijos de Elisa, que siguieron el juicio acompañados de agentes que resolvieron el caso, pero con un dolor evidente, al que se refirieron los abogados. «Sus hijos perdieron a una madre joven, a los 46 años, el menor de ellos cuando tenía 19 años y siguen sufriendo, necesitan apoyo psicológico», comentó Beatriz Rubín, contratada por el hijo menor de Elisa.

Para Rubín, Roger Serafín acechó a Elisa, y para corroborarlo anunció que en la sesión de este martes habrá declaraciones en ese sentido: «Ahora se declara culpable, pero traeremos testigos de que durante años se jactó de que nunca lo cogerían». Una afirmación que incluso hizo volver la cabeza al acusado, que la mayor parte del tiempo mantuvo la mirada baja y se mostró ausente, algunos instantes como si estuviese tarareando algo para sí mismo.
Justo enfrente muchos de los miembros del jurado, formado por cinco mujeres y seis hombres, no podían esconder su horror ante el relato de cómo se produjo el ataque a Elisa en torno a las nueve de la noche del primer día de septiembre. A veces se llevaban la mano a la boca y otras volvían la mirada hacia el acusado.

«Roger conoce bien Cabanas y ese día sabía que parte de la parroquia estaba en un entierro de dos vecinos de la zona, padre e hija, no tendría testigos y le había echado el ojo, la esperó y la arrastró 17 metros hasta un monte que conocía bien porque era cazador», abundó Beatriz Rubín. Su compañero, Rafael Díaz, y la fiscala del caso destacaron el ensañamiento que usó contra una mujer a la que triplicaba en envergadura y que llevaba cascos cuando la atacó por detrás: «No tuvo posibilidad alguna de defenderse».
El juez fue guiando al jurado y terminó la sesión de este lunes animándolos: «La cuestión se torna sencilla, hemos dado un paso adelante en cuanto a la autoría, ya que no se pone en duda», según dijo poco antes de hacerles entrega de la declaración del acusado que podrán revisar y que será la que realizó en el Juzgado de Instrucción 2 de Ferrol el 18 de octubre del 2023, un día después de que lo detuviesen.
Roger Serafín Rodríguez se librará de la prisión permanente revisable porque no existía esa figura legal cuando se produjo el crimen. La Fiscalía pide 32 años de prisión por violación y asesinato (20 son por este último delito). Solicita una agravante por arrastrar al monte a una mujer menuda de 46 años tras atacarla por la espalda. La acusación particular pide más: 37 años. Solicitan la pena máxima de cárcel por asesinato, 25 años de prisión. También reclaman una indemnización mayor para los hijos de Elisa, de 300.000 euros para cada uno, aunque son conscientes de que el acusado no podrá afrontarla.
La segunda sesión del juicio se desarrollará este martes con la declaración de los vecinos que encontraron el cuerpo de Elisa Abruñedo y la de sus dos hijos.