Más de 16.000 mujeres participaron ya en el cribado del cáncer de cérvix en el área de Ferrol

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL

En los centros de salud hay buzones para depositar las muestras que se recogen en casa
En los centros de salud hay buzones para depositar las muestras que se recogen en casa JOSE PARDO

Desde su implantación se han detectado ocho casos y 86 lesiones avanzadas precancerosas

11 oct 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más frecuente del mundo. En la mayoría de los casos, el sistema inmunológico se defiende bien frente a este patógeno y lo elimina por sí solo. Pero otras veces no es capaz de erradicarlo y entonces puede hacerse persistente, lo que constituye el principal factor de riesgo para el desarrollo de lesiones precancerosas o cánceres de diverso tipo, entre ellos el de cérvix (cuello de útero). El gran problema es que esta infección suele ser asintomática, exponiendo su huésped a ese riesgo de forma silenciosa y sin dejar huella. Y por ello participar en el cribado para detectar el VPH resulta vital tanto para sacar a la luz posibles tumores como lesiones premalignas en estado precoz.

¿Cómo ha sido la acogida de este cribado destinado a mujeres de 35 a 65 años en el área sanitaria de Ferrol? Desde la Consellería de Sanidade explican que esta demarcación fue una de las primeras de Galicia en ponerlo en marcha —se implantó en junio del 2022—, y desde entonces, ha cosechado una adherencia del 63,2%, una cifra ligeramente superior la media gallega, que está en un 60%. En concreto, desde su puesta en marcha en el 2022 y hasta el 31 de diciembre del 2024, la Xunta invitó a 26.086 mujeres de la población diana de esta zona a participar en el cribado, y de ellas, aceptaron 16.489.

De estas mujeres que dijeron que sí y se sometieron a la prueba, 1.070 dieron positivo en VPH, lo que supone un 6,49% (la media gallega es ligeramente superior, un 6,64%). Y entre todas las que dieron positivo, ocho fuera diagnosticadas con cáncer de cuello de útero y 86 con lesiones avanzadas precancerosas.

El cribado consiste en la realización de una prueba para detectar los genotipos de alto riesgo del virus del papiloma humano. Sanidade envía un SMS o una carta a las mujeres de la población diana y estas pueden participar de dos maneras: bien recogiendo una muestra de fluido vaginal en su propia casa que luego deben entregar en el centro de salud (para lo cual el Sergas les envía un dispositivo de auto toma del tamaño de un tampón), bien pidiendo cita con su matrona para que sea ella quien recoja la muestra. Pero también se puede pedir cita directamente con la matrona para realizar el test de VPH, sin necesidad de haber recibido antes la invitación.

Pero dar positivo en esta prueba no significa que la mujer tenga cáncer o lesiones premalignas, pero, como sí supone un factor de riesgo, en esos casos el cribado se completa con una citología para verificar si existe o no alteración de las células del cuello del útero, o directamente con una colposcopia si se detectan los genotipos 16 o 18 del virus, que son los que están implicados en la mayoría de las lesiones precancerosas.

Desde la Consellería de Sanidade recuerda que la estrategia de la OMS para acelerar la eliminación del cáncer de cuello de útero se basa en tres pilares: vacunación, detección y tratamiento. Y detallan que el objetivo pasa por «vacinar ao 90 % das nenas contra o VPH antes dos 15 anos, cribar ao 70 % das mulleres e tratar o 90 % das mulleres con lesións precancerosas ou cancro invasivo».

En cuanto a la vacunación, el objetivo marcado ya se ha conseguido, porque en Galicia el porcentaje de cobertura vacunal de las niñas frente al VPH, desde que se incluyó en el calendario de inmunización a los 12 años, «está próxima ao 100 %». Y de la misma manera, la Xunta mantiene abierto el sistema de citas para vacunar frente al VPH a más de 24.000 jóvenes varones menores de 21 años, para prevenir la transmisión del virus a sus parejas sexuales y protegerlos así de varios tipos de cáncer (como el de pene, ano y garganta).

Además de la vacunación, el cribado resulta vital para reducir las cifras de mortalidad e incidencia del cáncer de cérvix, ya que permite detectar tumores en estados iniciales (el 80% de los diagnosticados se encontraban en esta fase, lo que aumenta las posibilidades de curación) y lesiones premalignas antes de que deriven en cáncer.