El atolladero del Sánchez Aguilera en Ferrol: sin viviendas y sin fecha para su reurbanización
FERROL
El gobierno local deja sin previsión temporal el proyecto para una parcela clave en la que el Ministerio de Vivienda ya anunció que desiste de construir pisos
10 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Nuevas incógnitas se ciernen sobre el futuro del Sánchez Aguilera, la parcela estrella del convenio con Defensa llamada a convertirse en el nuevo barrio de Ferrol. Tras décadas de negociación de ese macroacuerdo, el antiguo acuartelamiento es propiedad del Concello desde hace casi dos años. Y la hoja de ruta del gobierno de José Manuel Rey Varela pasaba por que las obras de reurbanización comenzasen este mismo año y estuviesen finalizadas en el 2027. Lo primero no se cumplirá. Y difícilmente se podrá conseguir lo segundo.
El proyecto para reurbanizar los terrenos, construyendo calles, disponiendo servicios y acondicionando zonas verdes y parcelas dotacionales, todavía no está totalmente redactado ni oficialmente entregado. Ese documento debe concretar todos los detalles de cómo será el futuro Sánchez Aguilera. Y es la base sobre la que deberán licitarse las obras, unos trabajos que, supuestamente, tendrían que haber arrancado en el tramo final este año para estar listos en el horizonte del 2027.
Sin embargo, el regidor dejaba ayer sin fecha la presentación de ese proyecto. Tras haber asegurado que se aprobaría en el primer semestre del año, previsión que después postergaría hasta septiembre y más adelante, hasta finales de año, ahora ya no aventura nuevo plazo. Asegura que «estamos traballando con todo interese», afirma, pero a la pregunta de si ese proyecto se conocerá antes de que termine el 2025 deja en el aire: «Cando toque ese acordo será comunicado», zanjó ayer.
De sus palabras se infiere que la aprobación no será inminente, y que algún problema sobrevuela ese documento. Adjudicado el pasado año al estudio Monteoliva debería haber sido entregado en el mes de abril. Cuando tuvo que argumentar los sucesivos retrasos, Rey Varela aludió a la complejidad del proyecto, y a cuestiones como la necesidad de hacer sondeos para determinar si existían vestigios de la antigua muralla del siglo XVIII. Además, «houbo que reorganizar outros temas que teñen que ver cos aparcadoiros», deslizaba en agosto, cuando aseguraba que solo restaban detalles y que el proyecto estaría listo en septiembre.
Edificabilidad para 480 hogares
Pero el intrincado laberinto en el que se encuentra el Sánchez Aguilera va más allá del retraso en el proyecto, y cuestiona incluso la viabilidad futura del Sánchez Aguilera. La operación urbanística sobre sus más de nueve hectáreas de suelo pivota desde sus inicios sobre la idea de desarrollar suelo para crear determinados servicios, entre ellos una residencia universitaria, una nueva comisaría de policía o suelo para usos dotacionales, además de zonas verdes, aparcamiento en superficie y la posibilidad de uno subterráneo. Pero sobre todo, edificabilidad para construir hasta 480 viviendas, en bloques de entre cuatro y siete alturas, y una superficie comercial de 24.000 metros cuadrados.
Esa edificabilidad es del Estado, en virtud del convenio con Defensa. Y el Gobierno central llegó a anunciar en la precampaña de las municipales que construiría allí 300 pisos de alquiler asequible. Sin embargo, hace dos meses el Ministerio de Vivienda confirmó que desistía de edificar en el Sánchez Aguilera por falta de agilidad, argumentaba, y ante la necesidad de «garantizar una respuesta rápida, eficaz y segura» en materia de vivienda que, supuestamente, garantías que, supuestamente, no les ofrecen los tiempos de desarrollo de esa parcela, y abogando por centrarse en el Cuartelillo de Marinería. Y dibujaba así un potencial escenario de un nuevo barrio ferrolano, pero sin viviendas, al menos en un futuro cercano.
El volantazo estatal de octubre cogía por sorpresa al gobierno local, que reivindicaba la construcción de viviendas y no contemplaba otro opción. Y manifestó que esa postura no alteraba sus planes de reurbanización en el Sánchez Aguilera, unas cuantiosas obras —en torno a los doce millones de euros— que debe contratar el Concello, pero que pagará el Gobierno central, en virtud del convenio con Defensa. Así que, por el momento, el Sánchez Aguilera sigue en el atolladero.
El párking se arreglará «as veces que sexa necesario»
Mientras en otros estamentos se dirime el futuro del Sánchez Aguilera, a pie de tierra, literalmente, el aparcamiento municipal existente en ese recinto continúa su deterioro. El último arreglo de los baches y socavones, acometido la última semana de noviembre y en el que se invirtieron más de 13.000 euros, duró apenas unos días, y el terreno vuelve a estar comido por los baches. El alcalde justificó ayer lo ocurrido alegando que «as condicións meteorolóxicas están sendo moi desfavorables estes días». Y aseguró que «cando as condicións meteorolóxicas estean mellor, procederase á súa reparación». Y que se arreglará «as veces que sexa necesario». Serán, de nuevo, parches: «Neste momento o que se fai son reparacións temporais», alegó, sin querer confirmar si habrá, ni cuándo, una solución definitiva al deterioro del estacionamiento.