Mario Fraga, estudiante de primero de Bachillerato en el IES Cabo Ortegal, ha publicado el cómic «Arlén», y Adrián Pernas, de segundo, expondrá sus dibujos en el Museo Pedagóxico de Galicia
19 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.A los cariñeses Mario Fraga, de 16 años, y Adrián Pernas, de 17, alumnos de primero y segundo de Bachillerato del IES Cabo Ortegal, les fascina dibujar. Mario lleva un par de años centrado en el cómic y ya ha logrado publicar su primera historieta, Arlén, en la editorial pasionporloslibros, que encontró navegando por Internet. «Arlén no significa nada, es una palabra inventada, el nombre de una ciudad, no me gusta utilizar nombres reales», explica. Narra los avatares de un héroe de pasado oscuro, «un poco ilegal». «Y lo que le ocurre hace que intente pasarse al lado bueno e intente vengarse de los malos», cuenta, sin destripar esta intrigante aventura gráfica.
«Desde que nací, dibujo», confiesa Adrián. Al realismo llegó hace dos o tres años. «Soy autodidacta, nunca he ido a una clase, empecé a fijarme más y cada vez me iba saliendo mejor, y ahora hago dibujos realistas, normalmente a partir de una foto», indica. Ha pintado decenas de veces a la cantante y actriz estadounidense Lana Del Rey, y también se atreve con los retratos por encargo. «Los ojos es lo primero que veo y por donde empiezo a dibujar, porque le da personalidad y profundidad a la obra. Estoy centrado en las caras y quiero perfeccionarlo», señala.
En busca de un estilo propio
Este joven artista, que ha recibido muy buenas críticas de su primera exposición, montada en el IES Cabo Ortegal, utiliza el carboncillo, los lápices (también de color) y a veces, tinta. «Estoy abierto a todo [...]. Mis padres están encantados, me dicen, eso sí, que no se me suban los humos», apunta. Pero él lo tiene muy claro: «Sé lo que hago y cómo, y punto pelota, sin compararme con nadie», en busca de un estilo propio. Durante el curso apenas ha tenido tiempo para pintar: «Llevo meses sin dibujar; si quiero ahorrar hago encargos [los interesados pueden contactar con él a través de su cuenta de Instagram]».
A Mario le gustaría ser dibujante, a secas. «Estaría muy bien, pero es algo muy lejano, muy imposible -enfatiza-; y quiero hacer una ingeniería». Sí lo ve compatible como afición. «El proceso [para crear una historieta gráfica] es largo, más de lo que parece, tienes que crear una historia, diseñar los personajes, darle un hilo argumental, elaborar el guion, diseñar la página... Todo lo hago a mano y después lo escaneo», detalla. «Sí soy lector de cómic, aunque muchas veces se tienen más cómics de los que se leen», admite. Y da las gracias a todas las personas que le han apoyado, convencido de que «la mayoría no prestan mucha atención [a este tipo de iniciativas], porque actualmente hay otros tipos de entretenimiento».
Adrián no duda al reconocer que aspira a «vivir del arte», ansioso por iniciar los estudios de Bellas Artes y abrirse nuevos horizontes desde la universidad. «Quedan unos meses y me parece mucho». En la asignatura de Plástica siempre sacaba dieces y este año, su profesora de inglés, Violeta Miraz Seco, coordinadora de la biblioteca del IES, le animó a montar una exposición en el centro. y ya ha vendido varias obras. Está previsto que ahora se exhiban en el Museo Pedagóxico de Galicia, en Santiago.
Potenciar la vocación
«Hay que potenciar y fomentar el trabajo vocacional, la educación no es solo enseñar, sino también ayudar a quien tiene unas habilidades, ponerles un escaparate. Me ilusiona que vean que el trabajo que hacen se ve», recalca esta docente fenesa. Al margen del talento, destaca que Mario y Adrián, «son muy buenas personas y muy buenos estudiantes, y tienen las ideas muy claras».
EL DNI
Mario Fraga. Nació en Cariño hace 16 años, cursa primero de Bachillerato, por la rama tecnológica, con el propósito de estudiar una ingeniería. Pero su pasión es el cómic y ya ha publicado su primera historieta, «Arlén», disponible en www.pasionporloslibros.es
Adrián Pernas. Tiene 17 años, curso segundo de Bachillerato, por humanidades, y dibuja desde que nació. En los últimos años se ha decantado por el realismo, con retratos y paisajes a carboncillo, lápiz o tinta, por mero placer y también por encargo.