
La empresa montada por Miguel Hevia propone salidas por la costa de Cariño y Cedeira para gozar del paisaje y conocer curiosidades de la flora, la fauna o el mar
16 jul 2023 . Actualizado a las 14:34 h.Miguel Hevia (Cariño, 39 años) estudió un ciclo formativo de Jardinería, profesión que ejerció durante un lustro. Después se hizo pescador, el oficio de buena parte de los hombres de su familia, y se enroló en un barco de bajura. «Deixei o mar no 2021, tiven un accidente, collín o paro e aproveitei para formarme [como guía de naturaleza, especialista en ecoturismo]», explica. Ahí surgió la idea de montar una empresa, Disfrutas (disf-rutas) Ortegal, «porque en Cariño hai moitas máis cousas que ver que o faro do cabo Ortegal, como unha poboación de plantas moi peculiares, algunhas en mal estado». Y él quiere que la gente conozca ese patrimonio natural, «para que se conserve e non se estraguen exemplares únicos».
Más que rutas de senderismo, Hevia propone salidas divulgativas sobre la flora y la fauna, recorridos por la costa de Cariño y Cedeira y por la serra da Capelada, territorio que conoce bien desde niño. «Formeime en rastreo de fauna nacional e internacional, sempre me gustou», cuenta. Esto le permite seguir la huella de mamíferos como el lobo: «Desde o faro de cabo Ortegal ata Montoxo [Cedeira] hai unha manada, téñoa moi seguida desde hai seis anos, cando volveu entrar o lobo na serra, logo dun século sen el. Sei a historia desde o primeiro macho que entrou, en solitario, no 2015, Orella caída, que chegou ser coñecido [en su entorno] porque tiña moitas observacións e moitos vídeos del».
El relato de Hevia cautiva: «Un par de anos despois entrou unha femia e criaron xuntos catro anos, e sacaron fillos, ela segue e Orella caída desapareceu. A poboación de lobo regúlase, o 50 % dos cachorros morren, o normal son manadas de catro ou cinco. Botei cinco ou seis anos subindo 250 días ao ano á Capelada, moitas horas, era case obsesivo. Ía pasear cos cans e cando vin os primeiros excrementos e lin no periódico que desapareceran reses e que os gandeiros o atribuían ao lobo, busquei rastros ata que o vin. Sabes por onde se move e fas esperas, botas dez días e nada, e un día velo».
Quienes participan en los recorridos guiados aprenden a identificar los excrementos del lobo y de otros mamíferos, y también a leerlos: «Sabes que animal comeu, se foi ese mesmo día, hai unha semana ou un mes...». Hay quien le pregunta «¿y si ahora apareciera un lobo?». «Serías un afortunado —les responde—, o primeiro que non quere ver á xente é el».

Los itinerarios, en los que casi siempre le acompaña su pareja, Jara Gimeno, suelen ser largos, más en tiempo que en distancia, con paradas para examinar rastros de fauna o especies vegetales, como la Centaurea borjae, endémica de A Capelada y Prior (Ferrol), y en peligro de extinción. «Só crece na beira do cantil, onde hai moito vento, e o risco é polo gando e por nós, ao pisala, por iso evitamos ir por onde a hai», señala. O la Gentiana verna, que solo se encuentra en A Capelada (dentro de Galicia).
La hierba de los ballesteros
A los excursionistas les llama la atención la Veratrum album, conocida como hierba de los ballesteros, utilizada en la Edad Media para envenenar las flechas. «É flora alpina, de alta montaña, e aquí hai algúns pés a 400 metros de altitude», destaca. Durante las rutas, Hevia, que se inició en el monte de niño de la mano de su hermano Ricardo, un reconocido ornitólogo, comparte curiosidades aprendidas en los libros y de su propia experiencia en el monte y en el mar (como marinero recorrió todo el litoral de la zona). «Hay gente que repite y dice que parece una ruta distinta», apunta Gimeno. El paisaje muda en cada estación: «En Semana Santa, cando empezamos [con Disfrutas Ortegal], estaba todo cheo de narcisos, a mediados de abril había miles de orquídeas, polo San Xoán saíron os lirios azuis e logo as campanelas... os cambios na flora son brutais».
El coste de las rutas (de entre cuatro y cinco euros de duración) es de 15 euros por persona, salvo las que van de Cariño a San Andrés, que cuestan 25, por la duración, todo el día, y el servicio de transporte para regresar. En la web disfrutasortegal.com se puede ver el calendario, aunque también organiza salidas «a demanda». Se puede reservar en el número 626 181 545, el correo info@disfrutasortegal.com o a través de las redes sociales Facebook e Instagram. Conviene llevar pantalones largos, calzado adecuado, agua y algún tentempié (y para caminar hasta Teixido, un buen bocadillo).