
Los denunciantes señalan que no se ajustaron al proyecto original
22 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La Fiscalía de Vigo ha abierto diligencias de investigación penal por unas obras financiadas con fondos para el desarrollo rural y presuntamente mal hechas que causan inundaciones en varias fincas en Cedeira, cerca del puente de Rande.
El denunciante, Emilio Boullosa, pide que el problema se solucione antes de la llegada de la temporada de lluvias. Estas pueden provocar grandes anegamientos e incluso amenazar a la estabilidad de una casa en ruinas que está pegada junto a la carretera que comunica Vigo con Redondela por la costa, la N-552.
Según la denuncia, las obras de mejora y asfaltado en el Camino del Cotarel no se ejecutaron conforme al proyecto «sino invirtiendo un dinero menor, repartiendo la diferencia». Boullosa asegura en su escrito en que el aparejador que abrió una zanja y colocó un tubo para evacuar las lluvias ya estuvo en su día «inhabilitado y condenado».
El origen es una carretera presuntamente mal diseñada, la del Camiño do Cristo, que parte de la zona alta de Cedeira y fue llevaba a cabo por una empresa constructora que recibió 58.810 euros, de los que 49.229 fueron financiados por fondos de ayuda al medio rural Agader.
La compañía arregló el firme del vial que baja por una ladera donde hay mucha agua. Antes de la reforma, cuando llovía, las precipitaciones se distribuían de forma uniforme por diferentes tramos de la montaña. Pero la constructora ideó un sistema de recogida de todas las aguas que desemboca en una gran tubería de plástico. En lugar de introducir el tubo de aguas pluviales por una red específica que acabase en el sistema general la empresa ahorró costes y, en vez de introducir el agua sobrante en el alcantarillado, creó una bocana en unas fincas que aparentemente estaban abandonadas.
Pero estos campos son propiedad de varias familias, según relata el empresario Alejandro Hrelja, que indica que sufren un problema graves de inundaciones porque el agua se acumula en unos 5.000 metros de terreno que están pegados a varias viviendas. Para que estas precipitaciones acabasen en la ría sería necesario prolongar la tubería actual.
De momento, el Concello de Redondela no ha ordenado la ejecución de la obra que solventaría que los terrenos se conviertan en una gran charca y un lodazal donde es imposible poder sembrar cultivos. Además, debido a la orografía, el agua puede embalsarse demasiado y empujar con fuerza a una de las viviendas que está en ruinas, con el peligro de que esta vivienda sufra un derrumbamiento. En este caso sería más peligroso porque está pegada a la carretera y su desplome podría producir grandes daños colaterales. En el mismo municipio ha habido graves precedentes en la zona de San Estevo de Negros.
Los dueños de los terrenos señalan en su denuncia que se les han causado «graves daños» aprovechando que ellos no viven allí. Aseguran que debido a las inundaciones que se provocan no pueden sembrar nada en los terrenos. En su escrito al fiscal superior de Galicia (quien remitió el caso a la fiscalía de Vigo) señalan que «ni la alcaldesa ni los concejales quieren saber nada del asunto ni dan una solución». Por este motivo solicitó el amparo del fiscal al que pidió que procediera a abrir una investigación por las presuntas irregularidades, porque no se ejecutó la obra en su totalidad. Y también reclaman que se retire el tubo y se reparen los daños