El exalcalde fenés Rivera Arnoso planta en su jardín un helecho de 300 años traído de Tasmania

En el jardín de As Arangas, creado y cuidado con devoción por Xosé María Rivera Arnoso en Maniños, luce desde hace poco una Dicksonia antarctica de unos 300 años y más de 4,5 metros de altura. Procede de Tasmania, la isla situada al sur de Australia, que solo autoriza la salida de tres ejemplares de esta variedad de helecho cada año. «As fieiteiras en xeral medran moi rápido, pero a Dicksonia antarctica é de crecemento moi lento. Tróuxoma un profesional que tamén trouxo unha para el», cuenta el exalcalde de Fene. No es el primer ejemplar de esta familia que posee, pero ninguno de esa talla.

«É imposible conseguilos, é excepcional», comenta. En su finca de 60 ferrados se encuentra uno de los jardines privados más importantes de Galicia, con unos 2.300 árboles de 2.000 variedades diferentes. Aquí crecen helechos de Costa Rica, Nueva Zelanda, Australia, las islas Fiyi, Indonesia o Borneo y Sumatra, aparte de los gallegos -«uns cantos, pero non arbóreos», aclara-. Para adaptarse solo necesitan «algo de sombra e auga». Entre las perlas de este espacio natural destacan las 80 variedades de arces japoneses, las más de 900 de camelias o las más de 60 de acebos (de China, el Himalaya, Estados Unidos y Holanda, entre otros países), y los árboles de colección. Rivera Arnoso lleva toda la vida dedicado al jardín, que visitan botánicos, biólogos, ingenieros agrónomos, profesores universitarios, profesionales dedicados a la investigación y también particulares profanos en este terreno. «Traballo dá moito e o valor é difícil de calcular -reconoce-. Agora mesmo, o que está moi, moi bonito son as hortensias, teño moitas variedades, clásicas, paniculata, quercifolia... É unha marabilla». Alguno se le resiste, como el framboyán, una acacia roja tropical: «Non hai maneira de lograla».

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