
Dejará Instrucción 3 de la ciudad para hacerse cargo de otro juzgado en A Coruña tras una intensa etapa en la urbe
05 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Su primer destino fue en un juzgado único de O Barco de Valdeorras, después estuvo en el mixto 1 de O Porriño y más tarde asumió la plaza del mixto 3 de Carballo, en el que estuvo un total de siete años. Al ascender a magistrado, Margarita de Ron Cambón accedió al Juzgado de Instrucción número 3 de Ferrol, del que ahora se despide, tras permanecer en la plaza durante tres años, para hacerse cargo ahora del de Instrucción 3 de A Coruña.
-¿Qué valoración hace de su estancia en Ferrol y del trabajo que ha realizado?
-Buena. Aquí estuve muy a gusto. Trabajé muy bien con mis funcionarios y también con los fiscales asignados a mi juzgado, así como con el resto de la plantilla, pero con los míos despachaba con mucha confianza y con celeridad. También muy bien con mi secretaria y con el resto de funcionarios, Tenemos mucha confianza y fuimos limpiando esto como se pudo. Yo creo que ahora este juzgado está bastante aceptable. De hecho, el listado que acabamos de pasar de causas complejas solo incluye 20, que son las que quedan por revisar.
-¿Qué impresión se lleva de este partido judicial después de esta etapa?
-En cuanto a situaciones conflictivas, aquí lo que hay es mucha pelea, supongo que en A Coruña también, cosa que no tenía en otros juzgados. En O Barco tenía mucho asunto de droga, en Carballo había mucho robo. Aquí también lo hay, aunque la mayoría son hurtos, pero lo que predomina son las peleas y también muchos asesinatos. En Carballlo hubo uno en los siete años que estuve allí, además de otro de violencia, pero aquí en un año llevamos tres. Es mucho asesinato. En drogas hay lo normal y luego está el tema de las almejas y vieiras con toxina, que aquí es un desfase. Hay demasiados procedimientos de una materia, que hasta entonces no había tenido.
-¿Cómo van las grandes causas que heredó al hacerse cargo de Instrucción 3 de Ferrol?
-Entre las causas heredadas complejas estaba la de José Manuel López Pérez -se refiere al supuesto osteópata Coté-, que está prácticamente finalizada. La fuimos llevando, con trabajo, pero la fuimos llevando. Por drogas también hubo que terminar alguna, además de un accidente laboral grave, que todavía está pendiente de juzgar. El tema de los áridos contaminados, también a punto de acabarse. La operación Aforo de lucha contra el narcotráfico ya estaba prácticamente terminada y la operación Torre fue cosa de archivo, porque la Fiscalía no vio indicio de delito. También está el tema de los rumanos y la mendicidad, que se se inició y se acabó conmigo, ya que pronto estará para juicio.
-¿Cuál fue la instrucción más compleja a la que se ha enfrentado en Ferrol?
-La de José Manuel López Pérez, por lo tedioso de la resolución de tantos escritos con los que te bombardeaban una parte y otra, porque cualquier diligencia o providencia por mínima que fuera era susceptible de recurso. Eso dilata la causa de una manera increíble, que no tenía por qué haber durado tanto.
-¿Le gustaría haberla acabado antes de irse? ¿Dejarla cerrada de una manera definitiva?
-Sí me gustaría. Me voy con esa espinita de no poder dictar el auto de apertura, pero estoy pendiente de dos exhortos de Dos Hermanas y la Linea de la Concepción que no acaban de llegar, que son las últimas diligencias complementarias que se habían acordado. Tras eso se dictará auto de apertura y se solicitará el escrito de acusación del Ministerio Fiscal y de las acusaciones personadas.
-¿Con algún asunto lo llegó a pasar mal? ¿Alguna cuestión en concreto que la agobiase?
-No, con ninguno. No me sentí agobiada por ningún procedimiento o denuncia en concreto. No me gustan, personalmente, las denuncias de pornografía infantil, que hubo varias, o asuntos de abuso sexuales, que también hay varios. No me gustan, pero supongo que a nadie le gustan. Son cosas feas de mirar y de investigar, pero no me agobia eso ni ninguna otra causa.
-Decía que le había sorprendido lo de los crímenes, lo de los asesinatos...
-A mí no me tocó ninguno, pero sí que es verdad que son muchos y muy seguidos. Era pasar una guardia y decir hubo otro asesinato, ¿pero cómo otro si hubo uno el mes pasado?. Fueron tres en un año, además de otro que no se consumó, el de la mujer de As Pontes a la que le pasó rozando la bala y por poco la mata.
-¿Cómo llevan la revisión de los asuntos que todavía están pendientes?
-Muy bien. Fuimos remitiendo asuntos a Fiscalía, los fiscales también fueron cogiendo poco a poco asuntos para mirar y a día de hoy penden solo veinte por decidir si se transforman en procedimiento abreviado, si se archivan o si se declara causa compleja y se continúa instruyendo.
-¿Cómo se siente ante la nueva plaza en A Coruña? ¿Era esperada por usted?
-Por proximidad y comodidad era muy esperada y muy ansiada, porque otra oportunidad de trasladarme a A Coruña no iba a tener, ya que en el momento en el que estoy tengo muchos compañeros por delante en el escalafón que se van a descongelar en sus puestos y que también quieren acceder a plazas de A Coruña.