Las tres jornadas sin tráfico rodado en el centro fueron positivas para la mayoría de los hosteleros y vecinos, mientras que los comerciantes se quejan de la experiencia
26 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Tras tres días sin coches en el centro hay opiniones y experiencias para todos los gustos. Las más negativas son las del comercio, cuyos representantes ya se mostraban en contra de la peatonalización antes de que se produjese. En la calle Real, por ejemplo, en uno de los locales que venden artículos para la casa aseguran que fue un fin de semana malísimo. No muy lejos, en La tienda de Carol aportan una dato: «El sábado no entró nadie a la tienda, mucha gente que viene de otros barrios o de la comarca adelantaron las compras, para evitar venir esos días porque no podían traer el coche. No digo que sin la peatonalización a lo mejor tampoco entraba nadie», apunta Carolina Díaz.
Sin embargo, dos de las vecinas que pasaron ante su tienda durante el fin de semana estaban encantadas con la ausencia de motores por A Magdalena. «Nosotras vivimos en la avenida de Esteiro y nunca bajamos en coche, siempre caminando, por eso nos encanta el centro sin tráfico, se crea un ambiente especial, pero es que hay gente que necesita ir conduciendo a todas partes», cuenta Rosa María San Esteban. Sonia Iglesias es otra de las viandantes que disfrutó con el centro sin coches, al igual que Mercedes, que vive en la calle Galiano. «Cuando peatonalizaron mi calle ya fue un cambio a mejor, pero estos días pasados era una maravilla para los vecinos, porque no había el ruido de otros días», cuenta una residente que usa el coche a diario, aunque tiene plaza de aparcamiento.
Sin embargo, Elena Rubio, de la confitería Gascón en la calle Real cree que en las zonas peatonalizadas ya el negocio va a peor. No muy lejos está el café Lusitania y su propietario, Antón Salgado, es partidario de librar de vehículos las calles del centro, aunque considera que no afecta a su negocio: «Estos días tuvimos más o menos la misma clientela, pero las calles son mejores sin coches».