Otra fragata de la Armada con base en Ferrol zarpa hacia el Mediterráneo

Manuel Arroyo Alves
Manuel Arroyo FERROL

FERROL CIUDAD

La F-102, a su salida de la ría de Ferrol, este miércoles, con rumbo a Toulon, en Francia
La F-102, a su salida de la ría de Ferrol, este miércoles, con rumbo a Toulon, en Francia JOSE PARDO

Tras la Blas de Lezo, integrada antes de lo previsto en una flota de la OTAN, la Juan de Borbón se hizo a la mar para incorporarse al grupo aeronaval del portaviones Charles de Gaulle

26 ene 2022 . Actualizado a las 16:41 h.

En cinco días, la fragata Almirante Juan de Borbón (F-102) se integrará en el grupo aeronaval del portaviones francés Charles de Gaulle, en aguas del Mediterráneo. De cumplirse las previsiones de la Armada, el 1 de febrero la segunda F-100, con base en Ferrol, llegará al puerto militar galo de Toulon para operar bajo el mando de la Marine Nationale, la Armada francesa, en un nuevo despliegue de la Alianza conformado por unidades y personal de Estados Unidos, Italia, Grecia, Canadá, Bélgica y Alemania.

La F-102 zarpó esta mañana, en torno a las diez y media, del arsenal ferrolano, después de que el pasado viernes hiciese lo propio la Blas de Lezo (F-103), aunque esta última de un modo precipitado ante la escalada de tensión en el área del Mediterráneo oriental y mar Negro.

A la flota gala se incorporarán también dos controladores aerotácticos; uno a bordo del destructor francés Forbin y el otro en la fragata Alsace, del mismo país, además de un oficial de operaciones aéreas que embarcará en el Charles de Gaulle, un buque gigante de 261 metros de eslora (largo) y 64 de manga (ancho), propulsado por energía nuclear.

La Armada vincula la participación de la F-102 en las citadas maniobras a «una invitación de la Marina de Francia recibida el pasado mes de junio» y cuyo objetivo es «mejorar la interoperabilidad entre las marinas amigas y aliadas».

«Clemenceau 2022»

Más de 3.000 militares, nueve buques escolta, 30 aviones y dos submarinos son el grueso de los activos de la misión Clemenceau, prevista para el inicio de febrero, y que capitanea la referida Marine Nationale. Pero la presencia del Charles de Gaulle en el Mediterráneo se verá reforzada puntualmente por otros dos portaviones, algo poco común. Se trata del italiano Cavour CSG y el estadounidense USS Harry S. Truman, que ya se encuentra en esas aguas bajo mando de la OTAN, actualmente en unas maniobras denominadas Neptune Strike 2022 que implican a la Sexta Flota de los EE. UU.

En cuanto al Clemenceau, desde el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia se explicó que el operativo se centrará en la región del Mediterráneo. No obstante, también están previstas incursiones navales y aéreas en el mar Negro, una de las zonas calientes en la escalada de tensión entre la OTAN y Rusia y su pulso por la situación de Ucrania.

«El interés de la participación de la Armada en el Clemenceau radica, además, en extraer experiencias en el empleo operativo y protección de portaviones, que pudieran ser de utilidad para el LHD Juan Carlos I (portaviones y buque insignia de la Armada española)», indicaron desde el departamento castrense español. Asimismo, fuentes consultadas en el seno de la Armada precisaron que la Juan de Borbón tiene previsto finalizar su integración con el grupo de combate francés el 8 de febrero y que, en cualquier caso, su ámbito geográfico en el despliegue comprenderá el Mediterráneo occidental y central, hasta el puerto de Souda, en el noroeste de la isla griega de Creta. Por ello, la Marina subraya que la F-102 no será la unidad naval del grupo galo que extienda su acción hasta el mar Negro, ya que la fragata «participará únicamente en las maniobras navales Clemenceau», en las áreas anteriormente indicadas, y que tampoco está previsto prestar apoyo asociado a la flota de la OTAN SNMG-2, en la que está integrada la Blas de Lezo.

Toda la dotación de la fragata, compuesta por unos 190 militares, ha salido a la mar con la pauta completa de vacunación ante el covid-19 y tras haberse aplicado las medidas sanitarias para garantizar, en la medida de lo posible, que el buque está libre del virus.