Adiós a medio siglo de docencia en la Escola Politécnica de Serantes

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Más de trescientas personas rendirán homenaje este sábado al centro académico con el que se inauguró la vida universitaria en Ferrol

18 nov 2022 . Actualizado a las 12:01 h.

Los estudios de Ingeniería Técnica Naval iniciaron su andadura en Ferrol en 1966. Por aquel entonces y durante los primeros años, las clases se impartían en el instituto Concepción Arenal, pero poco tiempo después, en el curso 1971-1972, profesores y alumnos se trasladaron a Serantes para estrenar un enorme edificio dotado con amplias aulas y laboratorios. «Nos pareció algo fabuloso», rememora Jesús Victoria, que por aquel entonces era estudiante de la escuela de «peritos» y más tarde se convertiría en profesor y director del centro.

De aquello hace ya más de medio siglo, pero aquel flamante edificio ya no seguirá sumando aniversarios como escuela universitaria. La concentración de todos los estudios de ingeniería en el campus de Esteiro este curso ha dejado al centro de Serantes sin actividad docente. Y muy pronto también se quedará sin uso investigador, ya que la UDC planea trasladar a otras ubicaciones los dos únicos laboratorios que siguen funcionando en las instalaciones y destinar el edificio a la venta o el alquiler.

De esta manera, la antigua Escola Universitaria Politécnica (EUP) baja el telón para siempre, pero no lo hará sin antes disfrutar de un merecido homenaje. Se lo rendirán este sábado las más de trescientas personas que está previsto que asistan a un acto de despedida que ha sido promovido por antiguos estudiantes, profesores y PAS, entre los cuales se encuentra Jesús Victoria, pero también Manuel Afonso de Amorín, o los últimos directores que comandaron el centro, Manuel Graña y Andrés Piñón.

El acto, que comenzará a las doce del mediodía, contará con la participación de numerosas autoridades y culminará con el arriado de la bandera de la UDC, la melodía del Gaudeamus Igitur y una comida de confraternidad en la cafetería del centro.

Jesús Victoria no se cansa de ensalzar el valor de la escuela que «inauguró la vida universitaria en Ferrol» e hizo posible que jóvenes sin recursos pudiesen acceder en su propia ciudad a estudios superiores.

Tras inaugurar su trayectoria con Ingeniería Técnica Naval (Estructuras Marinas y Propulsión y Servicios), el centro incorporó en 1988 los estudios de Ingeniería Técnica Industrial (Electrónica y Electricidad), que más tarde se transformarían en grados y cuya duración pasaría de tres a cuatro años de la mano del Plan Bolonia. En las épocas de mayor demanda la matrícula superó los 2.000 alumnos. Y por sus aulas, a lo largo de este medio siglo de vida, pasaron decenas de profesores y diez directores: José Salgado, Juan Encabo, Andrés Raya, Ramón de Vicente, Saturnino Díaz, Lázaro Peirona, Jesús Victoria, Manuel Castro, Manuel Graña y Andrés Piñón.

JOSE PARDO

JESÚS VICTORIA FUE ALUMNO, PROFESOR Y DIRECTOR DE LA POLITÉCNICA DE SERANTES

«La mayoría de los profesores eran ingenieros de Astano y Bazán y las clases eran muy duras»

Jesús Victoria (Ferrol, 1949) es una voz más que autorizada para hablar sobre Escola Universitaria Politécnica de Serantes, porque entre sus paredes ha transcurrido buena parte de su vida. Fue alumno, profesor y director. Y atesora en su memoria cientos de recuerdos y anécdotas de la antigua escuela de «peritos», como la llamaba todo el mundo en sus orígenes.

—Usted vivió en primer persona el estreno de la Politécnica de Serantes. ¿Cómo lo recuerda?

—Yo empecé a estudiar Ingeniería Técnica Naval en el Concepción Arenal en el año 1969, y cuando nos trasladaron a Serantes, en el 71, todos nos quedamos maravillados con las instalaciones. De un centro en el que teníamos que compartir espacio con alumnos de Bachillerato pasamos a estrenar un edificio que tenía un montón de laboratorios, biblioteca, cafetería, centro de idiomas y hasta un gimnasio.

—¿Cómo eran las clases?

—Eran muy duras y la asignatura hueso era sin duda Mecánica de Fluidos, que nos daba Raúl de la Hoz. Con todo y a pesar de la dificultad, las clases nos gustaban mucho porque casi todos los profesores eran ingenieros de Astano, Bazán o la Armada y siempre ilustraban la parte teórica con casos prácticos a los que se habían tenido que enfrentar en su carrera profesional. También recuerdo que en mi clase solo había dos chicas.

—Más tarde se convertiría en profesor y entre 1989 y 1999 fue director de la escuela. ¿Cómo recuerda esos diez años al frente de la Politécnica?

—Fueron años de una actividad muy intensa y muchísima matrícula. Recuerdo que en primero llegué a tener alguna clase con más de cien alumnos. También fue una etapa de mejoras, porque se ampliaron algunos laboratorios y se crearon dos nuevos: el de Polímeros y Radiactividad.

—¿Qué siente ante el fin de la actividad docente en el edificio?

—A muchos profesores que dimos clase allí nos habría gustado que la Politécnica de Serantes se hubiese convertido en un campus tecnológico en el que se impartiesen todas las ingenierías, pero finalmente esa unión se ha llevado a cabo en Esteiro. Es algo que nos da mucha pena, pero entendemos que hay que adaptarse a las realidades actuales y al descenso de la matrícula.