Ferrolterra se suma al proyecto turístico para conseguir el pasaporte de la N-VI

Carla Elías Martínez
carla elías FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Xosé Ramón Novoa
Xosé Ramón Novoa cedida

Desde el verano, más de doscientos visitantes realizaron la ruta desde Madrid en moto, coche o autocaravana

04 feb 2024 . Actualizado a las 18:44 h.

Si ha soñado más de una vez con disfrutar de los largos trayectos de la Ruta 66 atravesando las Black Mountains, el desierto de Arizona o parando a comer en el primer McDonals, ubicado en San Bernardino, tiene la alternativa española más cerca de lo que cree.

El pasado verano el emprendedor Xosé Ramón Novoa puso en marcha el proyecto turístico para conseguir el pasaporte de la nacional VI con una ruta entre Madrid y A Coruña. Un itinerario al que, gracias al interés de los visitantes que ya han sellado su pasaporte, se suma Ferrolterra. «Nos preguntaban mucho por cómo seguir una vez que llegaban a la torre de Hércules, y vimos mucho interés por zonas como Pontedeume, Ferrol o Valdoviño», explica su impulsor. Por ello ahora añade en su paquete el ramal que conecta Betanzos con Ferrolterra como una opción para seguir disfrutando de la belleza de esta carretera. «Hacemos una propuesta para conocer las rías altas», explica.

Pero, ¿cómo surgió el proyecto de crear un pasaporte para este itinerario turístico? «Participamos en la aceleradora de proyectos turísticos de la Xunta en el 2021. Recibimos un premio por el proyecto y en diciembre del 2022 hicimos la presentación oficial de la ruta. Y el pasado verano lanzamos los pasaportes, que lo cambió todo. De repente tuvimos a un montón de gente interesada desde toda España para hacer la ruta», recuerda Novoa. Amante del road trip por antonomasia, la Ruta 66, alaba la belleza de casa. «La idea surgió de un viaje que hicimos por esta ruta. Son 4.000 kilómetros, lo nuestro son 600, pero al hacerla vimos cómo pone en valor un montón de activos que hay a lo largo de la carretera. Te lo pasas bomba viendo las señales, las gasolineras abandonadas...», recuerda.

Cree que en el caso del trayecto entre Madrid y A Coruña, sin embargo, se tilda de «feísmo». «No te haces una foto con la señal...», lamenta. Por ello apuestan por cambiar el sentido. «La vieja nacional VI fue desconectada por completo por la autovía hace 21 años. Ya ha pasado el tiempo suficiente para que veas la carretera como algo histórico. Nació en el año 1939 pero ya en el siglo XVIII, con Carlos III, tenía valor de carretera. Y si sigues yendo hacia atrás, los caminos romanos ya llevaban hasta Brigantium, destino Noroeste. Te adentras en un recorrido que han hecho millones de personas durante siglos», expone.

Para Xosé Ramón esta carretera es una «disculpa» para moverte por todo un entorno digno de conocer por su variedad de paisajes y propuestas, desde la gran ciudad de Madrid pasando por un puerto de montaña, bajas hacia las llanuras de Castilla, te adentras en la tierra roja del Bierzo, te cubre el verde de Galicia y llegas hasta la inmensidad del Atlántico. «Es una fórmula para viajar en 3, 5 o 7 días, dependiendo de los que tengas, para disfrutar no solo de la carretera, también de su entorno. Y cualquier medio vale para hacer un viaje lento, conocer poblaciones que están escondidas tras un letrero en la autovía, en las que nunca paras porque tienes prisa», valora.

Desde que puso en marcha el pasaporte en el mes de julio más de doscientas personas de puntos de todo el país y Portugal completaron la ruta. Para lograr sellar este pasaporte turístico y conseguir un diploma acreditativo es necesario parar y sellar en al menos una decena de las localidades adheridas al proyecto. Además cuenta con merchandising como tazas o cajas con el logo de esta carretera nacional que nada tiene que envidiar a los turísticos de la Ruta 66 o la Highway 1 de California.

Desestacionalizar el turismo

Con la idea de impulsar que este 2024 que se realice en autocaravana, empresas como Amodo Campers o Gus Vaning se han sumado también a esta idea. Se presenta como un aliciente para desestacionalizar el turismo.