Alica, cuatro templos de fragancias y 40 años de historia en Ferrol: «Nuestra clientela es súper fiel»
FERROL CIUDAD
Mari Carmen Rodríguez fundó el negocio en 1984 y ahora es su hija Carolina la que pone cara a un proyecto que resiste ante las grandes cadenas con «un trato muy cercano y personalizado»
08 nov 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Carolina Álvarez todavía recuerda la ilusión con la que su madre, Mari Carmen Rodríguez, fundó la primera perfumería Alica de Ferrol en el barrio de Ultramar, con el apoyo de su marido, Ángel Álvarez, en 1984. «Ella trabajaba en las oficinas de Astano, pero siempre había tenido ganas de montar un negocio propio, y como le encantaba el sector de la perfumería y la cosmética, decidió tirar por ahí. Era algo que le iba como anillo al dedo, porque mi madre siempre ha sido muy presumida, con sus tacones altos y sus labios pintados», rememora Carolina, que por aquel entonces tenía 7 años, y ahora, ya con 47, es la cara visible del negocio. «Pero mi madre sigue en activo —aclara veloz— , y no hay día en el que no encuentre un hueco para pasarse un ratito por la tienda a supervisar los pedidos», aclara Carolina.
Lo explica tras el mostrador de la perfumería Alica de la calle de A Coruña, una de las cuatro que forman parte de un proyecto que en este 2024 cumple cuatro décadas de trayectoria, lo que lo convierte en uno de los más veteranos del sector en la ciudad. Y el que cuenta además con más puntos de venta, porque tras la apertura de aquella primera perfumería en la calle Villa Soledad de Ultramar, Alica dio el salto al barrio de A Magdalena para crecer en el centro con dos comercios más, uno en el número 8 de la calle Real y otro en el 104 de esa misma vía, que más tarde se trasladaría a la calle A Coruña, donde ahora Carolina atiende a la clientela. Y a esos tres establecimientos se sumó otro más en la carretera Castilla. «Además, hubo un tiempo en que también tuvimos tienda en los centros comerciales Porta Nova de Ferrol y Porto Plaza de Burela, pero nuestra experiencia en grandes superficies no fue buena y decidimos cerrar para volcarnos en lo nuestro, que es el comercio de barrio, a pie de calle», advierte Carolina.
¿Cuál es el secreto para resistir tanto tiempo con la persiana subida, pese a la creciente y feroz competencia de las grandes cadenas de perfumería y cosmética?. «Es muy difícil competir con ellas, pero hay algo que aprendí de mi madre y es que las grandes superficies no ofrecen la cercanía, la confianza y el trato familiar y personalizado del pequeño comercio. Por eso nuestra clientela es súper fiel. Tenemos clientas que venían de niñas con sus madres y ahora vienen con sus hijos. Y luego también hay gente que no nos conocía, nos visita por primera vez y luego vuelve, que es algo muy satisfactorio», apunta Carolina.
Además de perfumes y cosméticos de primeras marcas, uno de los puntos fuertes de Alica son los complementos. «Tenemos de todo un poco: collares, gargantillas, pendientes, broches, diademas, paraguas... Y mucho gorro, boinas y sombreros de tipo borsalino», explica mientras muestra el surtido en el comercio de la calle de A Coruña, donde antes que Alica funcionó la ya desaparecida perfumería la Inglesa, otro referente de las fragancias y el cuidado personal.
Y en cuanto a la clientela, Carolina no se cansa de recalcar la fidelidad de ellas, pero también el creciente empuje de ellos. «Hace unos años, la mayoría de los hombres que entraban por la puerta lo hacían para comprar un perfume de regalo para su mujer o su novia, pero ahora parece que se cuidan más y cada vez vienen más para comprarse cremas de cuidado facial o antiarrugas para ellos», anota sonriente, al tiempo que se confiesa «enamorada» de su oficio. «Me encanta el trabajo de cara al público y poder dar algún consejo si me lo piden, así que espero que nuestras perfumerías sigan abiertas mucho tiempo... Y desde luego, poder jubilarme aquí».
Entre las más veteranas junto con Ramos y Xara
Tras el adiós de la perfumería Fémina, que bajó la persiana el año pasado tras casi un siglo de trayectoria, Alica se ha convertido en una de las firmas locales del sector con más historia, junto con Ramos en la calle Galiano, con 50 años de vida; Xara en la calle María, fundada en 1986; o la perfumería Ana en la calle del Carmen, que abrió en 1995.