Las obras de ensanchamiento de la carretera desde O Barqueiro coinciden con los preparativos para el paso de la ronda, en septiembre, con desbroces y señalización
26 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.«Anda todo revolucionado, con obras e máquinas por todas partes», resumía ayer un vecino de Bares. Cuando la Consellería de Infraestruturas licitó los trabajos de ensanchamiento de la carretera AC-100, entre O Barqueiro y la Vila de Bares, se desconocía que una etapa de La Vuelta 2018 finalizaría en Estaca de Bares. El paso de los ciclistas, el 6 de septiembre, obliga a acelerar las obras para tener listo el firme. La nueva plataforma alcanzará los 6,5 metros de ancho, ganando espacio mediante el desmonte, que avanza a buen ritmo. En un punto de la vía próximo a la ubicación de dos mámoas, la zona de afectación fijada por Patrimonio obligará a aprovechar el relleno de la parte baja, como indican desde la Consellería.
«En agosto ten que estar botado o aglomerado, as cunetas corren menos présa», señaló el alcalde, Alfonso Balseiro. Para la ampliación de esta carretera, con un presupuesto de 1,3 millones de euros, no ha sido necesaria la cesión de terrenos, puesto que cuando se abrió, en 1928, Obras Públicas expropió terrenos por un ancho mínimo de 11 metros a lo largo de todo el trayecto. El texto precisa tanto la distancia, 6.909,58 metros, como el coste de la operación, 68.403,37 pesetas (411,11 euros de hoy).
En paralelo a estos trabajos, personal del Concello de Mañón lleva días limpiando las fincas próximas al faro de Estaca de Bares y la antigua base americana, donde se instalará la logística que conlleva La Vuelta, en torno a la línea de meta. También se ha ampliado el cruce que deberán tomar los ciclistas al descender de la Vila de Bares para dirigirse hacia la zona del faro, para facilitar su circulación. No está claro, por otro lado, si la Axencia de Turismo de Galicia contratará las obras del aparcamiento que se va a habilitar en las inmediaciones del faro con tiempo suficiente para que puedan ejecutarse antes de septiembre. El proyecto, con un coste de alrededor de 300.000 euros, incluirá un sendero de acceso a la punta o la demolición de la vieja sirena.
Impacto para el turismo
Representantes de Unipublic, la empresa que organiza La Vuelta, ya han visitado la zona al menos en dos ocasiones y repetirán a medida que se acerque la fecha de inicio. Al margen de este acontecimiento, que la hostelería local y el Concello valoran por el impacto en la promoción de la zona y algún vecino cuestiona por los trastornos que ocasionará, el regidor mañonés confirma que se renovará en breve la señalización turística de O Barqueiro y Bares, por 18.000 euros.