Mañón extiende la prohibición de beber agua de la traída municipal a la parroquia de Grañas

El alcalde de Mañón, Alfredo Dovale Pedreira, acaba de emitir un bando en el que informa a los vecinos de la parroquia de Grañas que el agua de la traída municipal no es apta para beber ni cocinar, «aínda que se pode utilizar para a hixiene persoal e outros usos domésticos». Los resultados de las últimas analíticas en relación a los parámetros de níquel y manganeso han arrojado niveles por encima de lo recomendable y han motivado que se tome esta decisión. El abastecimiento de esta zona depende de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de Grañas. 

De esta forma, los vecinos de Grañas se someten a unas restricciones que ya sufren desde hace más de dos semanas los residentes de la Vila y el Porto de Bares, aunque en este caso la prohibición de consumir agua de la traída para cocinar y beber se adoptó después de que los análisis arrojasen niveles anómalos de trihalometanos (compuestos químicos que se generan durante el proceso de potabilización por la reacción de la materia orgánica). 

En el bando publicado este martes,  el alcalde de Mañón explica que el objetivo de esta restricciones «é reducir o eliminar posibles riscos potenciais para a saúde da poboación» y anuncia que el «Concello está adoptar as medidas necesarias para recuperar os niveis normais das analíticas».  El regidor también informa de que la prohibición se mantendrá «ata novo aviso». 

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