Once policías, tres guardias y una treintena de víctimas de los robos citados de nuevo para abril
MAÑÓN
El juicio por esta ola de robos en el rural estaba fijado para esta semana, pero se suspendió hasta el próximo mes de abril. De hecho, se han reservado tres jornadas (el 14, 15 y 17) para su celebración porque la cantidad de documentación y de testimonios es apabullante. Hay once policías nacionales citados, tres guardia civiles y una treintena de personas que denunciaron los robos en aldeas de Mañón, Ortigueira, Cedeira, Valdoviño, As Somozas, As Pontes, una nave con material industrial de San Sadurniño, dos autocaravanas estacionadas en O Barqueiro, de donde se llevaron una televisión, una tienda de campaña, unas linternas, un controlador de carga solar, un chaquetón, latas de conserva y hasta una tartera.
Antigüedades
La lista es extensa y hay un patrón de actuación: casi siempre forzaban las ventanas para acceder al interior de las propiedades ajenas. Tampoco discriminaban objetos, ya que en una casona de Mañón se llevaron piezas antiguas como un utensilio de madera para meter pan en el horno, un pote de hierro fundido, dos cazos de cobre con mango de hierro fundido, dos sartenes de hierro fundido y un libro del año 1952 titulado La Condesa de Pardo Bazán y sus linajes que estaba encuadernado en piel.
La Fiscalía considera que el hombre es autor de un delito de hurto continuado y por eso pide una pena de cinco años de prisión. Desde el año 2022 hay una legislación más dura contra la reincidencia cuando se acumulan causas en las que se han hurtado más de 400 euros, como es este caso.
El hombre acusado de esta ola de robos tiene 46 años y antecedentes, aunque no computables para este proceso como reincidencia, mientras que la encausada acaba de cumplir los 38 años y le imputan solo un delito de receptación, aunque no el de robo. En el caso de él se enfrenta a cinco años por los robos y a dos más por revender el botín.