Festín de grelos en Val Xestoso: «Son tan tiernos que se te deshacen en la boca»

Hace ya tiempo que el famoso cura de Xestoso (Monfero), Luis Ángel Rodríguez Patiño, bautizó los grelos que se cultivan en esas tierras como el «espárrago gallego», porque «son dulces, de tallo mantecoso y tan tiernos que se te deshacen en la boca». Y este domingo lo volvió a proclamar, sacando pecho de auténtico orgullo, en la XXIV Feira do Grelo, donde al mediodía se repartieron mil menús de un suculento cocido preparado con garbanzos, patatas, costilla, lacón, chorizo, morro, oreja, y por supuesto, el verde manjar gallego, además de sopa para ir abriendo boca y requesón con miel para rematar el festín con sabor dulce.

Luis Ángel Patiño se reencontró allí con su amiga Raquel Atanes, presentadora y reportera, que pronunció un pregón en el que echó por tierra ciertos bulos y noticias alarmantes —como que Galicia se queda sin grelos a las puertas del Entroido— y puso en valor el esfuerzo de unos productores que, a pesar de los obstáculos —el cambio climático o la falta de revelo generacional, entre otros—, siguen «al pie del cañón» para que en los mercados nunca falte el que sin duda es uno de los productos estrella de la gastronomía gallega.

Pacucha Couto, gerente de la cooperativa de Val Xestoso, confirmó que la cosecha de este año «foi boa e incluso mellor que os dous últimos anos» y avanzó que la entidad está en proceso de integrarse en CLUN, Cooperativas Lácteas Unidas, para «unir forzas e non quedar estancados».

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