Gloria y caída de la Casa de Vila, con 30 cuartos devorados por el fuego: «Gracias a Dios, sin daños personales»

MUGARDOS

Su dueño ya presentó una denuncia y agradece a la Guardia Civil, Policía Local y GES de Mugardos «su rápida actuación para salvar el inmueble», alzado en 1910 por el emprendedor Jerónimo Vila
28 may 2025 . Actualizado a las 04:29 h.En la Belle Époque, antes de que las guerras del siglo XX asolasen Europa, se construyó la Casa de Vila. Desde su creación en 1910 gracias al emprendedor Jerónimo Vila hasta este martes, brillaba como un diamante asomado a la ría de Ferrol. Era uno de los emblemas arquitectónicos de Mugardos, y una de las casas habitadas de mayor antigüedad. Pero desde ayer se ha convertido en cenizas, tras un incendio de origen desconocido que afectó considerablemente a este inmueble dotado con 30 cuartos (entre dormitorios y salitas).
El dueño de esta mansión de tres alturas, Pedro Cortizas, lanza el siguiente mensaje: «Solo podemos dar gracias a Dios por no tener que lamentar ningún daño personal, los daños se han limitado al perjuicio patrimonial». Aunque se desconoce el origen del siniestro, el propietario ya ha presentado la denuncia correspondiente.
«Me consta que la Guardia Civil está realizando las averiguaciones oportunas; deseo agradecer a la Guardia Civil, Policía Local y GES de Mugardos su rápida actuación que ha permitido salvar el inmueble».

Asegura que «no nos consta que la vivienda fuese okupada, de hecho la utilizamos con cierta frecuencia».
El dueño recalca que «no estaba en situación de ruina y sí en condiciones de uso con todos los servicios necesarios, pero gracias a Dios en el momento del incendio no estaba siendo utilizada».

Fran Vila, el nieto del práctico que construyó esta mansión, indica que «mi abuelo era de Maniños (Fene) y en Mugardos creó una de las casas con más historia, al lado de su astillero». En ese Astillero Vila, Jerónimo lanzó al mundo las famosas lanchas de Mugardos para cruzar la ría. Y parte de la finca fue expropiada por la Marina para hacer un centro de calibración magnética de barcos.
Jerónimo Vila, propietario del astillero que llevaba su nombre, tuvo tres hijas y murió a los 96 años. Antes disfrutó de esta mansión con mirador sobre la ría, en la que instaló tres cuartos de baño (algo inaudito para la época): «Era una de las casas más potentes que había en Mugardos». Hace dos décadas pasó a manos de los actuales dueños, que ahora lucharán para devolverle el esplendor previo al incendio.