El Concello de Narón homenajea a María del Carmen Lamas Sánchez, una vecina de 103 años con motivo del Día Internacional das Persoas Maiores
12 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.«Traballei dende que tiña dez anos, cando morreu meu pai, ata os 101. Agora non podo dende que caín», recordaba ayer María del Carmen Lamas Sánchez (Serantes, 1913). Es el «segredo» que le reveló al alcalde de Narón, José Manuel Blanco, para llegar a sobrepasar la centena, aunque también se lo atribuyó a «Deus». El Concello de Narón quiso homenajear a esta vecina de O Alto ?donde reside con su nieto, la mujer y un bisnieto? dentro de los actos organizados para conmemorar el Día Internacional das Persoas Maiores, al que asistieron portavoces de los grupos municipales del PSOE, Eliximos Narón, Tega y EU. Además del reconocimiento institucional, el regidor le hizo entrega de una planta y la concejala nacionalista de Promoción Social, Teresa Sabio, de unas publicaciones del Concello.
El día a día lo pasa tranquila en casa al necesitar de una silla de ruedas, aunque también le gusta salir. La familia resaltó que aún sigue muy activa. «Mientras preparamos la comida ella ayuda pelando patatas, o mientras haces la casa ella va doblando su ropa», comentó Juan Antonio, el nieto con el que reside. «Gústame mondar as patacas, é unha axuda, pero agora non podo nin coller unha plancha», lamentó, a lo que Blanco le rebatió: «¿Pero non cree que vostede xa planchou dabondo?».
Buena parte de su familia quiso acompañarla en el reconocimiento en el que Carmen recordó momentos buenos y malos de su vida. Sobrepasar la centena le ha valido para formar una gran familia con un hijo y una hija fallecida este año, lamentó Carmen; cuatro nietos, de los cuales otro también pereció, recordó con gran pesar; y goza de la compañía de cinco bisnietos. Pero también hubo muchos momentos divertidos, como los que evocó de su juventud. «No baile de Catabois gañei un primeiro premio e déronme unha caixa de bombóns e en Serantes tamén gañei e regaláronme un parasol e ao meu compañeiro unha botella de licor, pero só bailaba tango», recordó.
¿Lo mejor? «A familia»
¿Lo mejor de la vida? «A familia, son todos marabillosos. Eu axudei sempre en todo o que puiden á miña familia e agora cóidanme eles a min, quérenme moito». Y están a la espera de que llegue parte de la familia de viaje para celebrar el homenaje.