La magia vuelve a la casa de los Eiroa: «La vendemos con 75 años de historia»

Patricia Hermida Torrente
PATRICIA HERMIDA NARÓN / LA VOZ

NARÓN

Cesar Toimil

Al lado de San Román, sale al mercado con 16 cuartos y mil aventuras

16 jun 2025 . Actualizado a las 17:53 h.

Esplendor en la hierba junto a la casa de los Eiroa. En los jardines aún se escuchan las ovaciones de los chavales que jugaron aquí al fútbol hace décadas... o emularon a Manolo Santana en la pista de tenis. «Y las manzanas, ¡cómo olían esas manzanas!», recuerdan los vecinos. Tan emblemática mansión se alzó en 1950 junto a otra histórica de Narón como la casa San Román. Y ahora sale a la venta por 350.000 euros, aprovechando la creciente pasión por vivir en la comarca. «Tiene 14 cuartos, entre ellos hay seis dormitorios, tres baños y un aseo», enumera Jorge Eiroa, uno de los cinco hijos de los fundadores Aurelio Eiroa y Maruja Mejuto, ante este regreso de la magia a la casa de los Eiroa en Xuvia.

Ocupa 450 metros cuadrados, con tres alturas y una finca de 6.000 metros cuadrados donde se alinean limoneros, perales, manzanos, camelias, rosales... «Mis padres crearon el edificio cuando tenían 40 años, aquí jugábamos con los vecinos y mi madre daba bocadillos para todos», recuerda Jorge mientras abre las puertas con la letra A grabada. En la planta baja hay un salón con chimenea, una salita con comedor, un comedor de diario con salida al jardín, la cocina con local de plancha y despensa, un aseo. El visitante es recibido por una entrada de mármol de Moeche y unas escaleras en espiral de madera. A mayores, hay otra escalinata de servicio que lleva al altillo.

Escaleras interiores de madera, en la casa de tres alturas.
Escaleras interiores de madera, en la casa de tres alturas. CESAR TOIMIL

La primera planta tiene dormitorios, una biblioteca con vistas a la ría y a sus astilleros, dos baños conectados con varias habitaciones (uno con puerta simulando un armario en trampantojo) y con bañeras de época en color verde. A mayores hay un buen número de vestidores, armarios roperos o despensas. Por último, el altillo tiene otro apartamento con dos dormitorios y un baño (donde vivían las dos trabajadoras del servicio). Admite la familia propietaria que «lo ideal es que esto se dedicase a hostelería, como un restaurante con habitaciones o una casa rural, está muy cerca de las playas, la autopista y el Camino Inglés, en una zona privilegiada de Narón».

Uno de los salones con chimenea.
Uno de los salones con chimenea. CESAR TOIMIL

La finca, rodeada por un muro de piedra, tiene un lavadero en el mismo material y piezas que antes eran propiedad de la marquesa de San Sadurniño. Los dueños le dan un mantenimiento constante y el tejado acaba de arreglarse. Jorge recuerda cómo llegó aquí con cuatro años para criarse con sus hermanos Aurelio, Ernesto, María Dolores y José María. Y ahora quiere que toda esa felicidad siga viva y contagiosa, con la alegría de aquellas tardes de fútbol.