De humilde peluquera a emprendedora con dos salones en Santa Cecilia: «Con orgullo de ser de barrio»
NARÓN

Tatiana Lasén comenzó sola en un local de 35 metros cuadrados y hoy dirige dos espacios que atraen a clientas de toda la provincia por sus mechas balayage y sus recogidos
06 ago 2025 . Actualizado a las 12:52 h.Si cuando subió la persiana de su primera y humilde peluquería en Santa Cecilia (Narón) le hubiesen dicho que trece años después dirigiría dos modernos salones de belleza de 150 y 170 metros cuadrados, en el mismo barrio y con una decena de empleadas a su cargo, Tatiana Lasén no habría dado crédito. «Es que empecé muy de cero, en un local de apenas 35 metros cuadrados, yo sola y con unos lavacabezas de segunda mano. Nunca tuve un plan para ampliar el negocio, pero el proyecto fue fluyendo y creciendo por sí solo y aquí estamos», comenta satisfecha esta peluquera vocacional que hoy mismo está de cumpleaños.
Su 46 aniversario no la podría haber pillado en mejor momento profesional, porque Tatiana acaba ser estrenar su segunda peluquería en Narón, y más concretamente, en el barrio de Santa Cecilia, donde comenzó su aventura emprendedora en el 2012. Los dos establecimientos llevan su nombre —Tatiana Lasén— y, aunque ambos proyectan una imagen muy moderna y sofisticada, los dos también presumen de un espíritu «familiar, muy cercano y muy de barrio». «El negocio ha crecido mucho y ya no solo atrae a clientas de Santa Cecilia, sino también de toda la comarca e incluso de diferentes puntos de la provincia, pero yo me siento muy orgullosa de seguir siendo una peluquera de barrio con un negocio en el que todas somos como una gran familia y en el que el trato con las clientas es muy cercano», comenta la emprendedora.

Pero para llegar hasta aquí, Tatiana tuvo que recorrer antes un largo camino de formación. Cuenta que desde muy pequeña tuvo claro que quería ser peluquera —«ya de niña me subía a hombros de mi padre para peinarlo y hacerle recogidos, porque nadie más se dejaba en casa», recuerda entre risas—, y aunque su madre se resistió al principio —«porque veía este oficio como una profesión muy dura y muy mal pagada»—, al final se salió con la suya. Tras abandonar un ciclo de Artes Gráficas en el que se matriculó casi obligada, consiguió estudiar peluquería y estética en cuatro academias de Porriño, Canarias y Ferrol (Nuevas Líneas y Olympia). Y después se curtió como empleada en salones como C+CE en Santa Cecilia (en el mismo local donde curiosamente ahora acaba de abrir su segundo establecimiento) o Carlos Veiga en Ferrol.
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«Llegó un momento en el que me apeteció tener mi propio negocio, que algo con lo que siempre había soñado, y en el 2012 abrí mi primera peluquería en la calle Mestre don Manuel», rememora. Aquel local de apenas 35 metros cuadrados se fue ampliando debido al aumento de la demanda. Y de allí dio el salto a un local más espacioso en el número 18 de esa misma calle en diciembre del 2019, donde la clientela no dejó de crecer. «Se empezó a quedar pequeño también, teníamos listas de espera de diez días y por eso me decidí a abrir una segunda peluquería en la calle Cardenal Cisneros», explica Tatiana, que en esta nueva etapa de se ha asociado con Fernando Fernández, un amigo de la infancia que es como un «hermano» y un «crack» en la gestión.
Tatiana achaca la buena marcha de su negocio a sus buenos precios, el «boca a boca», las redes sociales y al éxito de sus recogidos y mechas (sobre todo, las balayage). Y, por supuesto, al buen hacer y la dedicación de sus nueve empleadas: Kelly, Iria, Maite, Andrea, Nai, María, Aura, Begoña y Mónica. «La gente me dice que soy muy valiente por abrir una segunda peluquería. Yo no sé si será valentía o insconsciencia, pero la verdad es que soy echada para adelante», reconoce Tatiana. Y por eso, al preguntarle si tiene previsto seguir ampliando el negocio en el futuro, no responde con un categórico «no». «En principio no entra en mis planes, pero tampoco entraba esta, así que... ¿quién sabe? No puedo decir de esta agua no beberé».