Un estanco de cien años en Narón: «Cuando se casaron Felipe y Letizia, vendimos puros para 300 bodas»

Patricia Hermida Torrente
Patricia Hermida NARÓN / LA VOZ

NARÓN

Andrés Gómez y Alejandro Seijo, en el centenario Estanco de Piñeiros.
Andrés Gómez y Alejandro Seijo, en el centenario Estanco de Piñeiros. Torrente

De Andrés Gómez a Alejandro Seijo, el famoso Estanco de Piñeiros pasó por cinco generaciones y tiene 1.001 anécdotas

16 sep 2025 . Actualizado a las 04:14 h.

En tierras de Trasancos, hay un famoso dicho que afirma lo siguiente: «Si no conoces a Andrés Gómez, no eres de Narón». Él mismo admite que «cuando voy por la calle me saluda todo el mundo». El 50 % de esa fama se la debe a su simpatía natural... y el otro 50 % al mítico Estanco de Piñeiros. Además fue concejal en Narón y presidente del Narón Balompé Piñeiros. Con su primera concesión en 1925, el estanco lo montaron sus padrinos Andrés Gómez y Pilar Solmo «a los que siempre consideré como mis abuelos». Y este agosto sumó cien años ya con una quinta generación de estanqueros: Alejandro Seijo, conocido como Bebeto cuando jugaba en el Parrulo. Andrés y Alejandro, amantes de su profesión, coinciden en que «lo mejor es el trato con la gente, todo el mundo te cuenta su vida y eso es maravilloso».

Durante este siglo, los tiempos han cambiado. De aquel estanco con tienda donde Andrés afirma que «casi nací detrás del mostrador», a la actual diversificación con paquetería y los frenos de la ley antitabaco. Entre los momentos históricos, destaca el verano del amor de 2004. «En mayo se habían casado Felipe y Letizia, los actuales reyes, y todo ese año nosotros vendimos puros para 300 bodas a razón de 100 puros cada una», rememora Andrés, cuyo local familiar es regentado por Alejandro. En cambio ahora, «ya casi no se venden puros por la ley antitabaco, así que el sector se diversificó con paquetería y regalos».

A la izquierda y a la derecha, los padrinos de Andrés Gómez y primeros dueños del estanco de Piñeiros: Andrés Gómez y Pilar Solmo, junto a un cliente.
A la izquierda y a la derecha, los padrinos de Andrés Gómez y primeros dueños del estanco de Piñeiros: Andrés Gómez y Pilar Solmo, junto a un cliente. Archivo Andrés Gómez

Por orden cronológico, tras los padrinos, cogieron las riendas del local los padres de Andrés (Emilio Gómez y Ermita Pérez), después el propio Andrés, luego el empleado Juan López, y ahora Alejandro Seijo. «Mis padrinos tenían una tienda en Ferrol, la vendieron e hicieron la casa de Narón en 1920 donde funcionó el estanco desde 1925 a 1999», allí había un ultramarinos que vendía desde zuecas a comida para llevar a casa: jamones, bacalao, legumbres... Una foto de esas primeras épocas ha logrado, por cierto, un gran éxito de visitas en Facebook, en la página de Fotos Antiguas de la Fábrica de Xuvia. Su historia se contará en el futuro libro de Fernando Masafret, Xuvia corazón de Narón

Cuando el famoso Andrés cogió el relevo de sus padres en 1999, el estanco pasó a su ubicación actual (donde incorporó prensa, regalos y cava de puros) y el anterior espacio quedó como supermercado. Admite que «sin contacto con la gente me coge el bajón, casi me pasó cuando me retiré; el primer mes tras jubilarme fue durísimo, vivo en Pantín (Valdoviño) y venía a Narón a propósito porque echaba mucho de menos ese contacto». Pero ahora «estoy encantado de la vida pues ya me adapté, de Narón recuerdo a un personaje como Álvaro Paradela: poeta, médico, escritor al que siempre quise mucho, cuando me faltó mi padrino él ocupó su sitio».

El antiguo estanco de Piñeiros, con Andrés Gómez (el más pequeño) entre sus amigos a la puerta
El antiguo estanco de Piñeiros, con Andrés Gómez (el más pequeño) entre sus amigos a la puerta Archivo Andrés Gómez

Este espacio se sitúa entre los veteranos de Galicia: «Con diez años empecé a ayudar a mi familia tras el mostrador, recuerdo que los sábados por la tarde empaquetaba con cartuchos de estraza al menos 50 kilos de azúcar... lo tengo grabado como si fuese ayer».

El mundo del fútbol

Además de jugar al fútbol de joven, se enroló en la antigua Unión Deportiva Piñeiros que después se convertiría en el Narón Balompé Piñeiros: «Pasé mitad de mi vida en el club y con Narón también me involucré siendo concejal durante doce años (estuve primero con el PP pero después sobre todo con lo que es el actual Terra Galega)».

En los 90, los estancos eran los negocios donde entraba más gente después de las farmacias. «Era como el consultorio de la Señorita Pepis, y cuando era concejal parecía una dependencia del Concello». El relevo lo lleva Alejandro: «Dicen que es un negocio asegurado pero hay que partir de cero y ganarse a los clientes, en estos nueve meses me solté muchísimo porque era tímido». De Narón destacan los dos «que ha crecido una barbaridad, todo el mundo lo conoce y es puntero en deportes». Y en el barrio, los pasajeros del bus urbano aún dicen: «Yo me bajo en el Estanco de Piñeiros».