
Cuando se van a cumplir tres años de los graves desbordamientos de los ríos, mientras que Fene termina las obras de refuerzo, en Neda esperan autorización de Augas
02 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El arranque del año 2016 no será olvidado en mucho tiempo por los vecinos de Neda. El municipio vivió las inundaciones más graves de los últimos años con el agua anegando las viviendas del entorno del río Belelle y su afluente Basteiro al desbordarse los cauces por las intensas lluvias. Pero, cuando se van a cumplir tres años de los anegamientos, el Concello nedense aún sigue luchando por que se acometan obras en el entorno que permitan garantizar que esto no vuelva a ocurrir. «Estamos intentando acondicionar la zona, pero en Neda cualquier obra que se acometa necesitamos la autorización de Augas de Galicia», recuerda el alcalde de la villa, Ángel Alvariño.
El gobierno local ha presentado un anteproyecto al organismo provincial para actuar en el entorno de los ríos. En primer lugar piden rebajar el nivel de una de las presas, conocida como el Muíño de Balbina o do Cubo, detalla Alvariño. La idea es que el río siempre tenga un caudal mínimo de forma que no se acumule la vegetación seca en los márgenes, tal y como ocurre en la actualidad. Estos árboles secos son los más peligrosos para que posteriormente la riada pueda arrastrarlos en momentos de crecida. También expone otra propuesta que le han trasladado entidades medioambientales, la posibilidad de eliminar estas construcciones del río. «Estas presas y molinos ya no tienen actividad, están muy pegadas al cauce así que otra idea es eliminarlas», recalca. No obstante, cualquier actuación pasa por que la renovada dirección de Augas de Galicia avance en el proyecto que ya fue presentado a la anterior.
Por el momento, la única obra que se ha llevado a cabo en la zona fue acometida con medios municipales. Alertaron de la peligrosidad de un antiguo matadero ubicado muy cercano al Basteiro y que llegó a derrumbarse. Por ello, retiraron los restos y acometieron una escollera para frenar la crecida en este punto.
En Fene sí se han urgido trabajos en el entorno del río Cádavo, el que causa los mayores problemas en el municipio. En este caso, en marzo, la Xunta de Goberno local dio luz verde al refuerzo de los márgenes del río entre la calle Cardoeiro y Camiño Real, obras próximas a finalizar. En este punto, los trabajos se acometen en un espacio de 65 metros donde el objetivo es evitar que el agua siga dañando la cimentación de la calle. El proyecto consiste en la reposición de la base del camino, la construcción de una escollera con un muro de contención con bloques de piedra y la restitución del firme y las barandillas del puente. «Durante anos a auga foi comendo a ribeira ata o punto de producir pequenos corrementos de terra que lle afectaron á base da estrada facendo perigoso o tránsito rodado e incluso o peonil na banda máis próxima ao río», detallan desde el gobierno local.
Desbroces y limpiezas
Esta actuación se refuerza con un amplio programa de desbroces y limpiezas del cauce por el tramo urbano. Arrancaron en verano en zonas clave, el entorno del paso bajo la avenida Marqués de Figueroa donde se registra una sedimentación de arrastres y en el tramo final; en la calle San Salvador, donde el río cruza bajo la vía hasta un tramo entubado y enterrado; y en el parque fluvial donde el río tiene dos cauces. El alcalde, Gumersindo Galego, explicó que la próxima actuación será en el estanque del Concello, donde se produce una acumulación de sedimentos, y que sale por Aguilar muy cerca de las viviendas de Astano. Se trata de una de las zonas más problemáticas en Fene pero que con todos estos trabajos el gobierno local espera que no vuelva a registrar inundaciones.
También están pendientes en Neda de que en breve se acometa la limpieza de sus ríos. En este caso la intención es retirar toda la vegetación seca del cauce especialmente en puntos como la zona de A Ponte grande y en la desembocadura.