El experimento fallido de la jornada laboral de cuatro días a la semana: los trabajadores prefieren ir de lunes a viernes

f. fernández FERROL / LA VOZ

NEDA

Alberto Hermida, de la empresa ADS Tecnologías
Alberto Hermida, de la empresa ADS Tecnologías JOSE PARDO

La plantilla de la empresa ADS Tecnologías, de Neda, decide aplicar el horario más habitual y salir antes por las tardes

04 oct 2024 . Actualizado a las 18:18 h.

El debate sobre la jornada laboral de cuatro días a la semana ha quedado un poco aparcado y, en su lugar, Gobierno y agentes sociales tratan ahora de convencer a la patronal para reducir a 38,5 las horas de trabajo semanal, en lugar de 40.

En la comarca ferrolana, la compañía ADS Tecnologías, con sede en Neda y especializada en las tecnologías de la información y sistemas eléctricos, fue pionera en concentrar de lunes a jueves el tiempo de trabajo. «Montamos la empresa en el 2021 y ya empezamos con esa jornada, fue una decisión consensuada, hacíamos el mismo trabajo, pero en cuatro días», explica Alberto Hermida, cofundador de ADS Tecnologías. De este modo, la plantilla hacía sus 40 horas semanales. Entraba a las ocho de la mañana y salía a las seis de la tarde de lunes a jueves.

Pero ha resultado un experimento fallido, porque «los trabajadores decidieron trabajar cinco días, porque cuatro se les hacía mucho, tienen hijos y necesitan estar con ellos por conciliación», cuenta Hermida. De este modo, los empleados de ADS hacen jornada continua de ocho de la mañana a cuatro de la tarde de lunes a viernes. «Prefieren salir dos horas antes cada día porque así aprovechan más las tardes», resume.

Sin embargo, pese a ese cambio de jornada, Alberto Hermida y sus socios son unos empresarios atípicos y dan «libertad horaria» a sus diez empleados. «Hay flexibilidad, en eso nosotros no nos metemos, hay trabajadores que tienen que salir a buscar a sus hijos a las 13.30 horas, vuelven y hacen sus ocho horas diarias. Al final, cada uno hace su horario, damos esa confianza, pero dentro de una normalidad, porque al cliente tienes que darle un servicio. A las ocho estamos ahí, pero después cada uno se va organizando».

El propio jefe de la empresa se confiesa un nómada digital: «Me gusta mucho la furgo, así que la cojo, me llevo el portátil y me conecto en cualquier sitio». Al mismo tiempo, «los técnicos están por las diferentes obras y los que estamos en la oficina técnica podemos teletrabajar».

Y es que, en opinión de Hermida, «lo importante es que el trabajo salga adelante y que los empleados estén contentos y motivados. La mano de obra es la que saca el trabajo adelante». El directivo reconoce que «por muy buena gestión que haga o por muchos contactos que tenga o que pueda conseguir, si no tengo ese técnico que aprieta el último tornillo, el trabajo no va a salir y no vamos a cobrar».

Alberto Hermida abunda que «el pilar fundamental de mi empresa son mis técnicos, y tienen que estar motivados». De hecho, aprecia que, en general, «tenemos un problema importante de desmotivación, cuesta mucho encontrar mano de obra con actitud, y es lo que buscamos, gente que tenga ganas, además de conocimientos, porque intentamos que no haya un ambiente de desidia y que los técnicos estén a gusto».

ADS Tecnologías está en «constante búsqueda de personal», de técnicos, tanto de telecomunicaciones como de electricidad para hacer frente a un incremento constante de la carga de trabajo. Aunque están cubriendo vacantes y esta semana se han incorporado a la empresa dos técnicos en prácticas. «Hemos cogido también a gente sin experiencia que ha terminado el ciclo de FP de electricidad y de telecomunicaciones», añade.

Entre los contratos que tiene entre manos la compañía de Neda se encuentra el montaje de la instalación eléctrica y de telecomunicaciones de un restaurante de moda de Madrid de la cadena Sala de Despiece. También trabajan en tiendas de Inditex y participan en el despliegue de fibra óptica en la zona rural de la mano de la operadora gallega Rede Aberta, entre otros.

«Andamos a tope. Desde que montamos la empresa siempre intentamos que creciera, pero con cabeza... Y también ser punteros en lo nuestro. Me gusta estar fuera de la zona de confort, embarcarme en proyectos nuevos, innovadores», confiesa este emprendedor de 40 años.