O Barqueiro reunió a observadores de aves de todo el territorio español

Ana F. Cuba O BARQUEIRO

ORTIGUEIRA

Participaron en las jornadas más de sesenta observadores de aves procedentes de todo el país
Participaron en las jornadas más de sesenta observadores de aves procedentes de todo el país

La organización cifra en 6.000 euros el impacto de las jornadas en la zona

22 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de 60 observadores de aves, procedentes de Madrid, Andalucía, Cataluña, Cantabria, Castilla y León, Aragón y Galicia participan, desde el viernes, en la octava edición del Premio Raro, que reconoce la mejor observación del año en Galicia. La organización, con Pablo Gutiérrez al frente, cifra en unos 6.000 euros el impacto económico de las jornadas en la zona. Los primeros llegaron a tiempo para la cena del viernes y el resto se incorporaron ayer.

Durante la mañana se repartieron en grupos por los puertos de la zona en busca de Phill, la gaviota de Bonaparte que apareció hace un año por Cariño y ha regresado este invierno. Y Cipriana, la gaviota de Thayer, procedente del este de Canadá, «el único individuo de esta especie que ha aparecido en España en la historia, y que lleva varios inviernos visitando la zona de San Cibrao», según explica Gutiérrez.

Todo lo ocurrido estos días en torno a O Barqueiro -la comida de ayer se celebró en Loiba (Ortigueira) y la cena, en San Roque (Viveiro)- , en principio, no tendría nada de raro. Los Premios Raro, el pretexto del encuentro que reúne «a los mejores» observadores de aves de España, distinguen la mejor rareza, «un ave observada fuera de su distribución habitual». «La extraordinaria capacidad de vuelo de las aves migradoras hace posibles inesperadas apariciones de individuos muy lejos de sus rutas de viaje normales; desorientados o forzados por la meteorología», indica Gutiérrez. «Pocas cosas resultan tan excitantes para un observador de aves que encontrarse un ejemplar de estos, supone una oportunidad única de ver una nueva especie», confiesa.

El ornitólogo coruñés Antonio Sandoval, parte de la organización, tiene claro que «no es casual» que las jornadas se celebren en O Barqueiro. «Estaca de Bares es el destino ornitológico más atractivo de Galicia, para aficionados españoles e internacionales (...). Aquí descubrimos especies muy escasas en esta geografía, como el petrel de Madeira, una de las aves marinas más amenazadas de Europa y del mundo (...), o el págalo rabero, que hasta 2012 se consideraba tan raro en España que para homologar su registro era necesario enviar una descripción de las observaciones a la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife). Pues aquí algunos años hemos contado más de dos mil...», relata.

Sandoval elogia al equipo de ornitólogos locales, «muy competente, activo y eficaz», con Antonio Martínez (O Barqueiro) o Ricardo Hevia (Cariño); y agradece el apoyo de la Asociación Cultural Son do Sor, Tundra Producciones y la Sociedade Galega de Ornitoloxía. «Ojalá que gracias a esfuerzos como este cada vez se acerquen más personas a la comarca a disfrutar de sus aves y paisajes, turismo sostenible, un recurso cada vez más importante para la economía local», recalca.