Adiós temporal al radar de Ortigueira que fue saboteado dos veces en cinco años
ORTIGUEIRA

Tráfico ha retirado la cabina donde se colocaba el cinemómetro, debido a las obras de la AC-862, al menos hasta que finalicen
16 nov 2023 . Actualizado a las 22:39 h.Tráfico ha retirado el radar instalado hace cinco años en la bajada del Campo do Hospital hacia Mera, en Ortigueira, debido a las obras que está ejecutando la Consellería de Infraestruturas e Mobilidade en ese tramo de la carretera AC-862, para rectificar curvas y habilitar carriles de adelantamiento en varios puntos. Una vez que finalicen los trabajos, algo que está previsto para dentro de un año (comenzaron a finales de mayo y el plazo para su desarrollo es de 18 meses), el cinemómetro podría volver a instalarse, en la ubicación que se estime más oportuna (en función del nuevo trazado del vial), según han avanzado fuentes de Tráfico.
La cabina emplazada en este punto de la vía, entre los kilómetros 37 y 38, en el margen derecho bajando hacia Mera, era fija, a diferencia del equipo de medición de la velocidad de los vehículos que transitaban por la zona, de tipo móvil. El dispositivo se podía trasladar a otras cajas similares montadas en la provincia de A Coruña o incluso en las colocadas en la misma época en Lugo, Ourense o Pontevedra. Si se optó por este tipo de instalación en este punto es por la dificultad de situar un vehículo en el arcén con un radar móvil, según explicaron desde Tráfico.
El equipo de la AC-862 comenzó a funcionar en noviembre de 2018. Poco tiempo después se produjo el primero de los al menos dos sabotajes que ha sufrido en estos cinco años. Alguien pintó de negro la parte delantera de la caja (de cristal oscuro para evitar que se vea desde fuera), imposibilitando la toma de imágenes aun en el caso de que el cinemómetro detectara un exceso de velocidad —allí estaba limitada a 70 kilómetros por hora, tanto de subida como de bajada; ahora ha bajado a 40 debido a las obras—.
Después limpiaron la pintura y volvió a quedar operativo, pero no tardaron en teñirla de nuevo de negro, como se encontraba en los últimos tiempos. Así se explica, seguramente, que Juan, vecino de Cariño, lleve siete semanas esperando una multa que jamás llegará. «Pasei por alí á noitiña e vin que saltou un flash, mirei o contaquilómetros e pareceume que ía a 68. Xa non sei se é que o vin mal ou que xa estaba posto para 40. Pero a verdade é que baixar por alí a 40 tampouco ten moito sentido, cando xa remataron a xornada de traballo na obra», explica. «Ao mellor tiven sorte e non me colleu porque estaba pintado, eu diso non tiña nin idea», añade con alivio. El 7 de noviembre retiraron el poste y la caja.
Óscar, conductor que circula casi a diario por este tramo de la AC-862, se mostró muy crítico en su día con la ubicación elegida para el radar: «Me parece abusivo porque ahí no ha habido accidente y es una recta situada entre dos montes, sin viviendas, e incluso se puede adelantar, por lo que es muy fácil pasarse de 70». Ahora reconoce que, al margen de las multas que haya podido acarrear, ha cumplido uno de los propósitos que persiguen este tipo de instalaciones, el efecto disuasorio. «La mayoría de los conductores desconfiaba y no pasaba rápido, porque nunca sabías si estaba o no estaba. En ese sentido, funcionó», apunta.
El traslado del radar de A Malata, pendiente de trámites administrativos e informes
El 1 de octubre se anunciaba que el radar de A Malata estaba a punto de mudarse a unos 125 metros de su emplazamiento actual, antes de la curva inferior en sentido Ferrol. El alcalde, José Manuel Rey Varela, adelantó en este periódico que el controvertido dispositivo «recaudador» se recolocaría en el punto kilométrico 0,800 de la carretera FE-15, el Acceso Norte, donde acaba la AP-9 antes de llegar al puerto. El cinemómetro se encuentra en el 0,925, en plena recta, una posición estratégica para controlar la velocidad de los vehículos que circulan hacia el puerto y los que se dirigen a A Malata a través del desvío de bajada.
Mes y medio después, desde el Concello confirman que el anunciado cambio de ubicación aún no se ha producido. «Estamos con los trámites administrativos y los informes necesarios para poder realizar el cambio. Una vez que estén listos y autorizados, se podrá efectuar el traslado», indicaron. Esta medida responde a un informe solicitado a la jefatura de la Policía Local de Ferrol, que señala únicamente que el cinemómetro «debe estar instalado entre os puntos quilométricos 0,800 e 1,000 da FE-15».
El radar se montó a petición del gobierno local de Ferrol en Común, en diciembre de 2018, a partir de un informe de la Policía Local que alertada de la alta siniestralidad registrada en esos 200 metros, «un tramo de concentración de accidentes» desde el punto de vista técnico y policial. Tardó un año en estar operativo y todo indica que el objetivo de aminorar la velocidad se logró. El PP interpreta, sin embargo, que la ubicación perseguía fines recaudatorios, para poder multar en dos vías a la vez.