Reservan mesa en restaurantes de la zona de Ferrol y no acuden ni avisan: «Ao final do ano son moitos cartos»

ANA F. CUBA FERROL / LA VOZ

SAN SADURNIÑO

Manuel Romero Castrillón, en el mesón A Granxa, el negocio que regenta en San Sadurniño
Manuel Romero Castrillón, en el mesón A Granxa, el negocio que regenta en San Sadurniño CESAR TOIMIL

Un fin de semana en un local de San Sadurniño: «Yolanda, oito persoas; Roi, tres; e María, nove. Nin veñen nin contestan chamadas nin wasaps»

15 jun 2024 . Actualizado a las 17:57 h.

El mesón A Granxa, de San Sadurniño, lanzó un grito de auxilio hace unos días a través de las redes sociales: «Pedímosvos que, se por calquera motivo non podedes vir comer na vosa mesa reservada, nos avisedes á hora que sexa, porque de seguir isto así teremos que empezar a reservar a través dalgunha plataforma, que levaría o sobrecargo que aplique, ou mediante adiantos á hora da reserva, pagando xustos por pecadores, cando a maioría da xente é de palabra e formal».

El desahogo vino motivado por una lamentable coincidencia. En un mismo fin de semana se produjeron tres ausencias sin previo aviso: «Yolanda, oito persoas; Roi, tres; e María, nove. Nin veñen nin contestan chamadas nin wasaps». Tener una mesa vacía porque los comensales que la han pedido no se presentan un sábado o un domingo resulta aún más indignante, ya que lo más probable es que se hubiera llenado con gente a la que han tenido que decir que no había sitio libre.

«Nós vivimos do que facemos as fins de semana, xa que a semana é moi longa e cos seus gastos diarios. Están xogando coa viabilidade de moitos negocios. Hainos que pecharon por isto, quítanche as gañas de traballar e fastídianche os números», denuncia Manuel Romero Castrillón, propietario del conocido establecimiento de San Sadurniño. «Non son o único, en xeral falta formalidade, hai quen chama a tres ou catro sitios e reserva en todos, e despois vai ao que lle cadra, e ao resto non os avisa. Non hai fin de semana que te libres dalgún», señala. Reconoce que en su caso, con dos turnos de comidas, que suman entre 120 y 130 mesas, que fallen una o dos representa mucho menos que para un local pequeño. «Pero ao final do ano son moitos cartos», recalca.

Para este hostelero, lo más irritante «é cando chamas ou mandas unha mensaxe e non che contestan». Al lado del número que le facilitan en el momento de efectuar la reserva suele anotar «non contesta ou non veu»; y no es la primera ocasión en que alguien que ya falló vuelve a llamar para guardar mesa. Tiene clara la respuesta: «Esta vez vas vir ou vas facer coma a anterior?». Cuenta que un día aceptó preparar unas raciones para llevar, pese a que era tarde (a partir de las 13.30 la cocina se centra en la comida que se sirve en el local) y no apareció nadie para recogerlas.

«Nin ás dúas e media, nin ás tres... non collía o teléfono e mandeille un wasap, que veu pero non contestou. Aparecía o nome da empresa e vin que era de Sada, e volvinlle escribir: ‘lévocho mañá a Sada'. Entón chamou...», relata. Este empresario insiste en que más del 90 % de sus clientes «son serios e cumpren», frente a los que «che contan películas ou che toman o pelo». A él le basta con que le avisen media hora antes si realmente les ha surgido un imprevisto y no pueden acudir.

¿Las alternativas? Un adelanto por Bizum, con devolución si avisan con tiempo de la ausencia. «Non sei, ao mellor se o fixéramos todos, si», dice. A diferencia de otros locales, no se plantea «non reservar»: «En sitios de praia vale, pero aquí non».

Únete a nuestro canal de WhatsApp

Laura Castiñeira, jefa de sala del restaurante Sinxelo, de Ferrol: «En fechas señaladas intentamos confirmar como sea»

No es la primera vez que alguien llama para que le guarden una mesa en Sinxelo, en Ferrol, y después se esfuma. «En Semana Santa nos pasó, no apareció una mesa de ocho y nos fastidió bastante. Después de pasar varios malos tragos, decidimos confirmar antes. Al ser un sitio pequeño, con capacidad para 30 o 32 personas, si te fallan ocho...», apunta Laura Castiñeira, jefa de sala del restaurante Sinxelo, de Ferrol. Ahora, si alguien concierta una cena para las diez, le llaman a las ocho; y si es para comer a mediodía, se comunican con el posible comensal entre las 12.30 y las 13.00 (abren a las 13.30). «En fechas señaladas intentamos confirmar como sea, sobre todo si son mesas grandes, si tienes una baja te genera un problema», comenta.

¿Cómo actuar cuando alguien no coge el teléfono? «Si 15 minutos antes de la hora de la reserva no ha dado señales de vida, le mandamos un correo electrónico y así podemos ocupar la mesa», responde. No descarta solicitar algún tipo de garantía para evitar estas situaciones: «De momento no cobramos, pero en un futuro no te puedo decir, porque las cosas se están poniendo feas —admite—. Fuera de Ferrolterra, en varios locales de A Coruña, te cobran 10 o 20 euros por persona. Alguno también te cobra si te quedas más tiempo del horario de cierre, porque claro, nosotros también tenemos que pagarle esas horas extra al empleado».