El agua de As Forcadas, más verde que nunca a estas alturas del año: «No hay que alarmarse por el consumo»

ANA F. CUBA VALDOVIÑO / LA VOZ

VALDOVIÑO

Imagen de hace dos días del embalse de As Forcadas, que se encuentra al 99,04 % de su capacidad, según los datos de Augas de Galicia
Imagen de hace dos días del embalse de As Forcadas, que se encuentra al 99,04 % de su capacidad, según los datos de Augas de Galicia JOSE PARDO

La alta concentración de cianobacterias explica el color y obliga a intensificar los controles para garantizar la potabilidad del líquido que beben unas 136.000 personas

24 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vecinos se han acostumbrado al color verde del agua del embalse de As Forcadas, pero quien pasa ocasionalmente por la zona observa con sorpresa y cierta inquietud el aspecto del pantano del que se abastecen cerca de 136.000 personas. «De momento non cheira, porque aínda estamos en maio, pero todo se andará», comenta Miguel Casas, presidente de la Asociación de Veciños de Vilaboa. Quienes viven cerca conocen bien las causas del tono verduzco, la alta concentración de cianobacterias. Son «organismos con características tanto das algas como das bacterias, que poden formar compostos tóxicos, cianotoxinas, con diversas estruturas químicas e diferente toxicidade en persoas e animais», según informa el Servizo Galego de Saúde (Sergas) en su web.

«Cada ano ponse verde un pouco antes, as algas invádeno todo», apunta Casas. El pantano que empezó a construirse en 1962 y entró en funcionamiento cuatro años más tarde suministra agua a los vecinos de los municipios de Valdoviño, donde se encuentra, Ferrol, Narón, Fene, Ares y Mugardos. La empresa público-privada de aguas de Ferrol, Emafesa, es la encargada de la gestión de estas instalaciones. Su gerente, Alejandro Pisa, repite cada año que la presencia de microalgas verde azuladas o microcistinas, las que tiñen el agua, «es un fenómeno natural, pero cuando se ve fomentado su crecimiento es cuando proliferan».

Explica que la concentración depende, «sobre todo, del aporte de nutrientes, específicamente nitrógeno y fósforo, por la vegetación, hojas que acaban en el suelo y pueden ser arrastradas por las aguas [de escorrentía]». David Franch, de Emafesa, vincula la aceleración de este proceso «al cambio climático, el calor, las lluvias...». Y enfatiza que en ningún caso implica riesgo alguno para el consumo: «Las potabilizadoras exigen más control, tenemos que estar más pendientes del agua. No hay que alarmarse por el consumo, hay que cuidar el tratamiento, exige otro tipo de control, pero nada está tan controlado como el agua potable».

El líquido que mana de los grifos de las viviendas de Ferrol, Narón, Fene, Ares y Mugardos se trata en la planta de Catabois, mientras que el que llega a las casas de Valdoviño se potabiliza en una estación municipal. «No es un problema para el consumo. El agua que llega a través de los conductos oficiales es potable y mejor que cualquier agua mineral», remarca el alcalde valdoviñés, Alberto González. Reconoce que cuanto mayor es la concentración de microcistinas en el pantano «más se encarece» el proceso. En el caso de Valdoviño, explica que entre 2008 y 2009, «con el Gobierno bipartito en la Xunta, se instalaron plantas de tratamiento con ozono, lo que obligó a repotenciar la línea eléctrica, pero mejora la depuración». Asegura que antes, el agua ya tratada «salía marrón», mientras que ahora es incolora.

El embalse de As Forcadas se encuentra al 99,04 % de su capacidad, según los datos proporcionados por Augas de Galicia. Alberga 9,80 hectómetros cúbicos de líquido, por encima de la misma fecha del año pasado y de la media de la última década.

Valdoviño, declarado Zona Vulnerable por Nitratos debido al pantano

Valdoviño es uno de los tres concellos de la comarca declarados por la Xunta de Galicia como Zona Vulnerable por Nitratos (ZVN). «En el caso de San Sadurniño y Moeche, lo atribuyen a las granjas, pero en el nuestro se debe a la alta concentración de nitratos en el pantano. Hay una concentración muy elevada, teniendo en cuenta que no es un embalse muy profundo y que hay mucha escorrentía de nitrógeno procedente de granjas, plantaciones, abonos...», señala el alcalde valdoviñés, Alberto González.

El regidor insiste en que esta situación no implica riesgo para la población, por el consumo de agua, «pero sí para el ecosistema». «Lo que llevamos tiempo diciéndole a la Xunta es que estudie el incremento de cianobacterias, que coincide con la autorización del uso de abonos procedentes de fábricas cercanas [en alusión a plantas del polígono de As Somozas], aparte de ser una zona de escorrentías, que arrastran [fertilizantes y purines] hacia el pantano. Tiene que controlar que no se utilicen», incide. Recuerda que este problema compete a los departamentos de Medio Rural, Sanidade, Medio Ambiente, Mar o Augas de Galicia.

González alude a la prohibición del baño en la salida del regato Forcadas, en Vilarrube, y a su calificación como zona c de marisqueo (obliga a depurar el marisco durante dos meses). «Es uno de los problemas que tenemos, que hemos trasladado repetidamente a la Xunta para que haga estudios y podamos conocer las causas», reitera. Señala, además, las condiciones meteorológicas derivadas del cambio climático: «Cada vez hay más algas, crece más la hierba en las cuentas y hasta hay más ratas».