La Policía Local blinda Penamoa contra nuevos asentamientos

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

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CESAR QUIAN

El Ayuntamiento promete «limpiar» la zona de droga y chabolas

23 abr 2012 . Actualizado a las 14:00 h.

Ha costado muchísimo deshacerse de un poblado que ha llegado a tener cerca de 200 chabolas y ahora que solo quedan escombros el Ayuntamiento no está dispuesto a verlo de nuevo crecer. Para evitar cualquier intento, el gobierno local ordenó a la Policía Local que no le quite ojo de encima, que se patrulle la zona y si se ve un movimiento extraño, que se actúe de inmediato.

Esta determinación llega al comprobar que en las inmediaciones se continúa traficando con droga y hasta uno de los clanes que dominaba el negocio en el desaparecido asentamiento instaló la semana pasada dos tiendas de campaña en un campo próximo al Ventorrillo, muy cerca de una casa que también fue ocupada.

Habrá por tanto vigilancia policial, pero también programas de ayuda e inserción dirigidos a abrir puertas laborales a los ex chabolistas. Se pretende así asfaltar el camino al PGOM. El Ayuntamiento se comprometió a cumplir lo proyectado en el lugar.

Porque entre lo que fue Penamoa y lo que será hay un mundo. Y años por delante. Donde antes malvivían cerca de 150 familias en chabolas inmundas, en unos años habrán dos mil pisos y empresas tecnológicas. Se trata de uno de los empeños del redactor del Plan General, Joan Busquets, que dibujó para ese rincón de la ciudad, hasta ahora peligroso, «una nueva frontera» hacia la que dirigir la expansión del casco urbano. En ese contexto, una de las parcelas más revalorizadas por la nueva apuesta municipal es la que afecta al espacio comprendido entre el Ventorrillo y la Refinería, incluyendo los espacios generados en el entorno de Penamoa.

Para toda esa extensión de tierra, un polígono con una superficie total de casi doscientos mil metros cuadrados de suelo urbano no consolidado, Busquets explicó un plan especial de actuación que servirá para «ordenar el tejido industrial existente en la zona sur de la refinería, mejorar la accesibilidad al polígono, optimizar la conexión con Arteixo y obtener el espacio libre perimetral suficiente para mitigar el impacto industrial en el paisaje».

La edificabilidad de la parcela, suficiente para levantar más de dos mil pisos, con un alto impacto de los niveles de protección oficial, se concentrará en la zona más próxima al Ventorrillo. Para el resto del polígono, el equipo redactor del PGOM sugiere aprovechar los espacios generados en un parque laboral no contaminante, con especial interés por el desarrollo de productos tecnológicos.