El químico que sintetizó el éter para la segunda cirugía con anestesia del mundo recibe hoy el homenaje de la Academia
24 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Químico, filósofo, farmacéutico, geólogo, médico... Antonio Casares Rodríguez está considerado como el padre de la química en Galicia, pero en realidad es una especie de Leonardo da Vinci de la ciencia en la comunidad. Y, sobre todo, era un pionero, un auténtico innovador que supo trasladar sus conocimientos teóricos a la práctica, lo que ayudó a impulsar la industria y la agricultura de Galicia. Casares, un investigador que hoy en día tendría una difícil calificación, es el personaje al que la Real Academia Galega de Ciencias ha dedicado el Día do Científico Galego. Hoy, a las siete de la tarde, se celebrará el homenaje oficial en un acto que contará con la presencia de su tataranieto, el rector de la Universidade de Santiago, Juan Casares Long.
El investigador tocó muchos palos, y la mayoría con éxito. Su legado, en distintos ámbitos, es inmenso. Antonio Jacobo Casares Rodríguez (Monforte de Lemos, 1812) se licenció en Filosofía y Farmacia y, a los 60 años, en Medicina. Con 24 años ganó por oposición la primera cátedra de Química Aplicada a las Artes de la Sociedad Económica de Amigos del País de Santiago, que abandonaría para convertirse en el primer catedrático de Química en la USC. También dio clases de Historia Natural y creó una farmacia en la Praza do Toural, que aún continúa hoy en funcionamiento, y en los dieciséis últimos años de su vida fue rector de la Universidade de Santiago, el segundo en toda la historia que durante más años ocupó este cargo.
Operación con anestesia
Pero Casares destaca especialmente por su espíritu pionero y multifacético. Fue uno de los creadores del análisis químico y uno de los iniciadores en España de la técnica conocida como espectroscopia. A él se deben los primeros estudios en profundidad sobre las fuentes de aguas medicinales y los vinos gallegos. De hecho, buena parte del éxito actual de las aguas embotelladas de Galicia se debe a su labor pionera. Y fue también el primero que hizo la catalogación científica de las variedades de uva gallegas.
Fue la segunda persona en todo el mundo que sintetizó el cloroformo y el éter para realizar la segunda intervención quirúrgica con anestesia. Ocurrió en 1847 en Santiago, tan solo unos días después de que la primera se hiciera en Edimburgo.
Arco fotovoltaico
Su carácter emprendedor lo llevó, años después, en 1851, a encender en el claustro de la Facultad de Historia de Santiago la primera luz eléctrica con arco fotovoltaico que funcionó en España. En el ámbito de la mineralogía puso en marcha el Museo de Historia Natural de Galicia y descubrió dos nuevos minerales: la morenosita y la zaratita. Fue además, en otra de sus especialidades, uno de los expertos que dictaminaron que los restos descubiertos en la catedral de Santiago en 1879 correspondían al Apóstol, y no a uno de sus discípulos.
Día do científico galego