El motivo fue un incidente en la casa consistorial el pasado martes
12 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Una mujer que tiene una casa en la parroquia de Pena, y el alcalde de Monterroso, Antonio Gato, interpusieron denuncias cruzadas en el cuartel de la Guardia Civil por un incidente ocurrido entre ambos en la casa consistorial el pasado martes. Según la versión del alcalde, dado que la mujer renunció a ofrecer la suya, esta llevaba algún tiempo reclamándole al mandatario que hiciese el alcantarillado en su lugar de residencia. Parece ser que incluso llevó su reclamación a la Diputación.
Posteriormente regresó a la casa consistorial, irrumpió en el despacho del alcalde y, a gritos, comenzó a insultarlo. Él, siempre según su versión, le dijo que daba por concluido el encuentro y le mandó abandonar el local. Como la mujer no le hizo caso, se fue y mantuvo una reunión con una trabajadora municipal, que estaba esperando, en el salón de plenos.
La vecina irrumpió también en la sala de sesiones y el alcalde regresó a su despacho, con ella detrás. Quiso cerrar la puerta y ella metió un pie y un brazo para impedírselo, pero el alcalde empujó la puerta, si bien la mujer dijo en alto que la había empujado a ella, detalle que el mandatario niega rotundamente y afirma que lo único que hizo fue defenderse del acoso cerrando la puerta.
Según Gato Soengas, la mujer se marchó y cerca de las dos de la tarde regresó para comunicarle que había presentado una denuncia ante la Guardia Civil. Por la tarde la vecina apareció con un hematoma en un brazo y un parte médico diciendo que se lo había causado el alcalde. Este, a su vez, también acudió al cuartel a denunciar a la mujer.
Anteayer, un alcalde de distinto partido que el monterrosino y con el que hace algún tiempo mantuvo alguna discrepancia relacionada con la actividad pública de ambos, se enteró del incidente y ayer acudió a Monterroso a prestar declaración en el cuartel por otro hecho que tiene cierta similitud.
Según confirmó este regidor, en Semana Santa esta misma mujer, que es ingeniera de montes y realiza trabajos profesionales para clientes particulares, se presentó en su despacho y, acompañada por su padre, tuvo un enfrentamiento verbal. Igualmente según la versión de este otro alcalde, que prefiere mantenerse en el anonimato, fue insultado y la mandó salir. En ese caso ella obedeció, aconsejada por el padre, y se fue sin que la cosa llegase a mayores.
Antonio Gato dijo que no quiere una polémica paralela y ahora lo único que desea es que haya un juicio lo más pronto posible y una sentencia. Declararon como testigos dos trabajadores y otro vecino que estuvieron presentes.