Devotamente, gracias

FIRMAS

13 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Existe un colectivo profundamente maltratado en estos tiempos infelices. Injustamente denostado. Arbitrariamente odiado. Inmerecidamente vilipendiado. Hablo de los políticos, gente que se entrega con entusiasmo ardiente a la defensa de los problemas que más preocupan a los ciudadanos. Cada día veo muestras de trabajo desinteresado por el bien colectivo mientras leo comentarios insidiosos, malintencionados y, sobre todo, inmerecidos.

Por eso he de salir en defensa de estos ciudadanos que las pasan canutas. El jueves pasado más de 14.000 personas desembarcaron en la ciudad a bordo de tres de los mayores cruceros que existen en el mundo. La cifra marcó un récord absoluto para el puerto de Vigo y dejó las huchas llenas en el entorno de A Laxe. La reacción de los grandes partidos políticos fue, como se esperaba, de altura. «El Concello y el alcalde están desaparecidos en un día histórico para la ciudad», disparó el PP. Menos mal que ahí estaba José Manuel Figueroa, el concejal más veterano de la corporación, para dar voz a lo que en los hogares era un clamor. Lo que se llama una oposición de altura. Caballero no estaba invitado, replicó el concejal de Turismo, pero Figueroa no se entera porque «non vive en Vigo». Un debate de los que marcan época, que deja a la altura del betún a Azaña y Ortega y que mira por encima del hombro las Catilinarias de Cicerón. Una discusión solo al alcance de las mentes más capaces. Un derroche de argumentos que es fruto de años y años de arduo estudio y de un profundo conocimiento de las necesidades del pueblo. Y lo mejor es que lo repiten a diario.

Con próceres así, sinceramente, no entiendo que casi el 60 % de la población gallega se plantee no votar, como reveló la encuesta de Sondaxe para La Voz.

Yo estoy con ustedes, señores políticos. Devotamente, gracias.

angel.paniagua@lavoz.es