Estudian en O Courel las peculiaridades de una planta medicinal de alta montaña

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

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Flor de genciana de O Courel, de característico tono anaranjado.
Flor de genciana de O Courel, de característico tono anaranjado. usc < / span>

24 sep 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Científicos de la Universidade de Santiago realizan en la sierra de O Courel y en otros puntos de la montaña lucense una investigación que tiene por objeto averiguar por qué las poblaciones gallegas de genciana o xanzá, una planta medicinal propia de las zonas altas, son distintas de las del resto de la Península y del continente. Las gencianas que crecen en este territorio pertenecen a una subespecie denominada Gentiana l. aurantiaca, que se caracteriza por tener flores de color anaranjado o rojizo. Todas las demás poblaciones europeas -de la variedad denominada simplemente Gentiana lutea- tienen flores de color amarillo.

El proyecto es coordinado por el biólogo Javier Guitián, director de la Estación Científica do Courel, quien señala que las gencianas rojizas solo se encuentran al oeste de las comarcas de Babia y Somiedo, respectivamente en León y Asturias. «En esas zonas se mezclan las dos variedades, pero más hacia el oeste, ya en Galicia, solo crecen las rojizas», explica.

Los investigadores han estado observando durante largo tiempo unas cuarenta comunidades de las dos variedades de genciana repartidas en las montañas lucenses y en diversos puntos de la cordillera cantábrica. Por ahora, el estudio ha determinado que la diferencia no se debe a la interacción de estas plantas con los animales polinizadores y herbívoros. «No hemos encontrado que los animales ejerzan ningún tipo de presión o selección sobre el color en ninguna de las poblaciones», apunta Guitián. Las condiciones ambientales, como el tipo de suelo o las precipitaciones, tampoco parecen tener influencia en este sentido.

Análisis genéticos y químicos

Los científicos consideran que para saber cómo se produjo la diferenciación entre las dos subespecies habrá que estudiar la genética de las distintas poblaciones y buscar una explicación «histórica» sobre sus orígenes, relacionándolos con la expansión de las comunidades vegetales por las zonas de alta montaña tras la última glaciación. La investigación también comprende análisis químicos -que se realizan ahora mismo- para determinar el perfil de los pigmentos de las dos variedades.

De modo adicional, los investigadores estudian la incidencia del ganado en estas plantas que viven por encima de los mil metros de altura. En este aspecto, las conclusiones preliminares indican que las gencianas prosperan mejor en zonas donde se mantiene una ganadería moderada y decaen donde los pastos de montaña se han abandonado.