El botín del atraco del jueves al supermercado Lidl de la calle Chantada fue de alrededor de seiscientos euros. El asaltante, que entró en el establecimiento encapuchado y con un cuchillo de grandes dimensiones en la mano, se fue hacia la única caja abierta en ese momento y amenazó a la trabajadora que la atendía para que le diese el dinero. Cuando lo consiguió salió corriendo y escapó en un coche que lo esperaba en el aparcamiento del supermercado.
El robo se produjo a primera hora de la tarde del jueves, en un momento en que en el supermercado estaban solo dos trabajadores. El asaltante entró solo y ellos no vieron si en el coche había alguien esperándolo. A pesar de que el delincuente actuaba con gran nerviosismo, nadie resultó herido.
La Policía Nacional investiga las circunstancias en las que se produjo el suceso y busca pistas que puedan acabar conduciendo al responsable. Según las fuentes consultadas, no está descartado que al encapuchado lo esperase un cómplice al volante del coche.
Pocas pistas
Las fuerzas de seguridad tienen pocas pistas para seguir el hilo del responsable de este robo. Como actuó encapuchado, no hay forma de identificarlo por la descripción. Testigos presenciales de lo ocurrido aseguran que el coche en el que huyó es un modelo antiguo de Lancia de color blanco.
Los agentes investigan para determinar si se trata de algún delincuente que viva en Monforte o en algún otro municipio de la comarca, o si se desplazó con el coche desde otro lugar expresamente para cometer el atraco.
El supermercado asaltado está a apenas doscientos metros de un cruce que permite salir de Monforte en dos direcciones distintas: a Ourense y a Chantada y, desde allí, a Lugo o a Santiago.
El ladrón eligió además para actuar un momento del día en el que habitualmente hay poco movimiento, tanto en ese establecimiento como en el hipermercado Gadis que está justo al lado.